29 de diciembre de 2009

¡¡¡AHÍ VIENE LA BASURA!!!

La llegada del nuevo año siempre nos hace pensar en renovarnos. Más bien yo diría que hay que tirar lo que ya no sirve, deshacernos de todo aquello que va ocupando lugar y que no hemos usado y que no planeamos usar nunca más. Ayer, con la bella Blue nos dimos a la tarea de sacar y sacar cosas. Claro, ahí siguen porque nada más las aventé en unas bolsas enormes y negras, deseando que simplemente desaparezcan. Algo tendré que hacer con semejantes bultos, ya que siguen ocupando un lugar y espacio que ya no les corresponde.

Lo curioso de todo es que salieron cosas que no recordaba tener o que simplemente por olvido o por sentimentalismos estúpidos, las tenía guardadas ahí, como si me fueran a hacer sentir otra vez aquello que alguna vez sentí. Tenía guardados muchos recuerdos que se han ido borrando o que, en realidad, ya no quiero tener.

Cree vínculos muy fuertes con algunos de los objetos que guardaba. No es la primera vez que los saco e intento tirarlos, pero esta vez, prometo que todos saldrán de mi espacio, de mi vida y de mis recuerdos.

Entre las cosas que saqué había una camisa vieja, roja, cuya historia no quiero contar porque hasta pena me da. También salió una playera, de ésas de generación, con mi nombre atrás, junto otros tantos nombres de gente a la que ya olvidé o con la que he perdido todo contacto y que, honestamente, no me interesa. Y así, saqué y saqué mugres del clóset y a todas les digo hasta nunca. Al fin me libraré de todas ellas.

Adiós camisa. Ya no te quiero ver nunca más.
No me interesa tu procedencia ni tu destino.


Alguna vez pertenecí a una generación a la cual ya no pertenezco
ni me interesa. Adiós playera horrenda.

15 de noviembre de 2009

La muñeca fea

A partir de leer y ver la última entrada de ChanchoPensante, saqué del baúl de los recuerdos un dibujito que hice hace mucho mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana:

La muñeca fea.

Porque han de saber, que en ese lejano pasado me dió por dibujar y pintar. Tanto tiempo ha pasado, que ya casi se borra de mi memoria. (Snif)

7 de noviembre de 2009

INTERMITENTE

Como dije antes: no lo he abandonado, sólo que por el momento hay otras cosas que ocupan mi tiempo y me es difícil venir aquí y escribir.

Hoy escribo, porque según yo, el alcohol me hace un poco más elocuente, cosa que creo que sólo existe en mi imaginación.

Bueno, he estado ausente por la chamba y mil ocupaciones:

A mi hogar llegaron unos nuevos habitantes: siete renacuajos que la bella Blue recogió en su escuela.

Me he dedicado a mi placer culpable: películas y series de terror. No lo puedo evitar, es un gusto naco, que me encanta. Claro que, en días como hoy, he requerido echarme un par de cervezas para darme valor y ver algo horripilante en la soledad de mi sala.

Hice una casa de los sustos, que quedó bastante espantosa y varios de los visitantes salieron llorando. (ji!) Lo peor, es que no me arrepiento de haberlos hecho llorar, no era fuerza entrar.

He ido a nadar, y me he metido al agua fría, sufro pero luego me siento bien por haberlo logrado. Como que no soy tan vieja como a veces me siento.

Dedico mis tardes de sábado a torturarme con el estudio, con otro par de incautos que sufren igual que yo.

Vino Fairest Creature a verme, se quedó aquí y fuimos a un concierto de Paté de Fuá. Que aunque no tenía el gusto, ahora me he vuelto medio fan.

He aceptado que la soledad es mejor que la compañía en muchas ocasiones. Y me he dado cuenta que sola trabajo mejor que en equipo.

También descubrí que soy de atención dispersa y que, no soy como todas las mujeres multi-task, noooo, mi mente sólo puede enfocarse en una sola cosa y ya.

Aaaah, y lo último: el masoquismo es lo mío. O sea, veo películas de terror que me gustan, pero luego no puedo dormir, trabajo como un burro y luego no me puedo levantar, me meto al agua helada a nadar y chillo como un cochinito en matadero, pero luego me siento bien. Y así, todo termino disfrutándolo, aunque me haga sufrir o berrear.

Y bueno, ya pronto o dentro de mucho, escribiré más tarugadas sin sentido y sin edición ni nada.

22 de septiembre de 2009

Ideas inconexas

¡Shhhh¡ No le digan a nadie: me escabullí de los papeles que me esperan ansiosos en la mesa, también escapé de los trastes sin lavar. ¡Shhh!

(Léase en voz baja, muy baja, ya que esto lo estoy escribiendo a escondidas de mis deberes)

-Mamá ¿por qué siempre es así?
- Porque no puede ser de otra manera.
-¿Alguna vez papá y tú estarán juntos de nuevo?
- Me temo que no.

Star light, star bright,
The first star I see tonight;
I wish I may, I wish I might,
Have the wish I wish tonight.






Y así, como Coraline, los sueños podrían hacerse realidad, o no.

6 de septiembre de 2009

No tiene nada de malo

No tiene nada de malo sentirse mal y andarse azotando por los pasillos y contra todo. Tampoco tiene nada de malo darse el lujo de echar unas lagrimitas y retorcerse como tlaconete con sal con pretextos poco convincentes y nada decorosos. No tiene nada de malo quejarse de vez en cuando. Tampoco creo que tenga nada de malo el encierro total y absoluto, evadiendo todo contacto con el mundo exterior. No tiene nada de malo no querer ir al cine sola, por temor a espantarse y salir con los pelos parados y sin alguien junto que pueda ayudar a aplacarlos. No tiene nada de malo pasarse horas frente a la computadora jugando tonterías que lo ayuden a uno a evadirse del mundo. No tiene nada de malo poner música que provoca nostalgia. No creo que tenga nada de malo dejar que los objetos tomen un lugar al azar dentro de la casa y no querer moverlos aunque nos tropecemos con ellos. No tiene nada de malo no querer peinarse. Supongo también que no tiene nada de malo trabajar en domingo con tal de olvidar que en realidad uno debería estar descansando. No tiene nada de malo aventarse a ver un churro en la televisión. Creo que tampoco tiene nada de malo pasar una hora entera cambiando los canales sin estacionarse en ninguno. Y espero que no tenga nada de malo pensar que en realidad, la fiebre que me ha dado es por exceso de trabajo. Y por lo tanto, no tiene nada de malo la idea de mandar todo al diablo.

Esta es la crónica de un fin de semana que aunque no fue malo, tampoco tuvo nada de bueno.

3 de septiembre de 2009

¡¡¡Sigo viva!!!

Aunque no lo crean, después del aniversario, sigo viva. No, no he abandonado el blog. No, no me he casado y he tenido mil hijos que mantener. No, tampoco me cambié de casa a un barrio incomunicado del mundo. Tampoco decidí hacer meditación. Tampoco me he despegado del interné. ¿Saben qué es lo que realmente pasa?

Que me ahogo de carga de trabajo y nomás no me he podido detener un segundo por aquí. Espero pronto todo regrese a la normalidad y yo sea una persona más en mis cabales, dispuesta a escribir algo, no una sarta de incoherencias de miles de cosas que me han sucedido que, por cierto, me tienen furiosa. Si voy a despotricar, pues que sea con estilo, con clase, no quiero andar soltando una serie de tarugadas sin ningún sentido.

Me voy, pero volveré....

Si ven que escribí todo con las patas, pues así fue.

7 de agosto de 2009

FELIZ PRIMER ANIVERSARIO



Hoy tengo dos celebraciones:


1. El 33 aniversario de mis queridísimos progenitores

Al verlos felices celebrando, la verdad, todo lo que diga está de sobra. Los quiero mucho.


2. El primer aniversario de mi joven blog

Éste ha sido un experimento de escritura, lectura, búsqueda, constancia y catársis que jamás pensé que llegaría a durar tanto.

Hoy hay pastelito de chocolate con cerezas, la dósis de cafeína de rigor y una velita que apagar.
A todos los que han caído por aquí, por compromiso, recomendación (aaajá!) o purititita casualidad, gracias. Me encanta leer los comentarios que recibo.
****
Después de esta breve cápsula seguimos con la programación intrascendente de siempre. Ya sabe querido lector que antes de someterse a los sucesos de este blog es recomendable echarse una tacita de café bien cargado o, ya de perdis, una cafiaspirina (o ¿era al revés?).

1 de agosto de 2009

Insomne


El rechinido de una puerta, pasos, arañazos en la ventana, sombras, un silencio estremecedor, una respiración sin autor, voces lejanas, lamentos, escalofríos, murmullos, objetos que caen sin razón, ojos en la oscuridad, el ulular del viento, una presencia que acecha, frío, ruidos inexplicables: miedo.

De pequeña siempre fui miedosa. De los primeros episodios que recuerdo fue cuando en la primaria una niña me contó sobre la Llorona, con sus velos que se mueven con el viento, los pies que no tocan la tierra y sus lamentos profundos y horrendos. También me contó de la Carroza de la Muerte: que pasa a diario a las doce de la noche y áquel que se atreva a salir morirá al instante. Con esos cuentos iniciaron mis pesadillas: dormía y como a eso de las once y media despertaba. Prendía la lámpara que estaba sobre el buró entre la cama de mi hermana y mía y esperaba. Moría de miedo al pensar que dieran las doce y llegara la Carroza de la Muerte y me llevara, esperaba oír los horribles lamentos de la Llorona, pero no podía esconderme bajo las sábanas, no. Me daba más miedo no ver. Cada noche ponía libros sobre el buró y alguna cosa que pudiera distraerme para no pensar más en los monstruos que me acechaban afuera. Siempre que despertaba llamaba a mis papás y ellos nunca venían, me daba miedo levantarme porque temía lo peor. Sí, tenía mucho mucho miedo.

El tiempo fue pasando y las historias de terror fueron adquiriendo un atractivo especial. Comencé a leer: leí a Stephen King, El Exorcista, Entrevista con el Vampiro, Drácula, Frankenstein, El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, El fantasma de Canterville, descubrí a Poe y a Lovecraft. Leí y leí. También comencé a ver películas, desde las clásicas hasta las películas de serie B, con sangre naranjosa que chorrea por todos lados. El miedo no se había ido, ahora se había convertido en un gusto, el gusto por sentir que te persiguen cuando apagas la luz de la planta baja y subes corriendo sin voltear, el miedo a asomarte debajo de la cama para no encontrar algo desagradable y gelatinoso reptando, el miedo a los payasos, que esconden su rostro bajo toda esa capa de pintura blanca y su sonrisa dibujada, el miedo a la oscuridad.

Todavía tengo miedo. Todavía veo películas y leo libros y me asusta apagar la luz. Hace un par de años pase dos noches en vela por una de las películas que ví. Estaba aterrorizada y no quería cerrar los ojos. Aún no sé por qué ese afecto, por qué ese gusto por sentirme atemorizada: se me acelera el corazón y se me aguzan los sentidos. Supongo que es adrenalina, no lo sé, pero lo sigo buscando.

Ahorita, mientras escribía, recordé un cuento que me gusta mucho, como que me sentí un poco identificada. He aquí:


Una linea de Lovecraft que también me ha gustado mucho:
Algo semejante al miedo me heló el corazón cuando quedé allí sentado en la madrugada y sin compañía, y digo sin compañía porque quien permanece junto a una persona dormida está verdaderamente solo, tal vez más solo de lo que pueda imaginar.

23 de julio de 2009

Mariposas


Siempre he sido una persona que, aunque no me dejo llevar del todo por las emociones, sí me emociono con muchas cosas. Recuerdo en la escuela siempre me emocionaba el primer día y me era difícil dormir y estaba con las mariposas en la panza todo el tiempo. También recuerdo los Reyes Magos, de los que ya hablé hace unos meses, ésa sensación de incertidumbre, de suspenso. La sensación de enamoramiento es parecida: te duele la panza al oir el teléfono o el timbre o con el simple recuerdo.



Dígamos que ahora ya no me azoto tanto (bueno, sí a veces!). Ya no se enamora uno de la misma manera, o de plano, ya no se enamora uno, ya no es la misma sensación: como que las mariposas ya no son tan jóvenes ni tan inquietas. Ahora mis emociones tienen menos que ver con la interacción humana: pintar una habitación y decorarla, dibujar, tomar fotos, comprar un disco nuevecito y sacarlo de su envoltura, probar un platillo nuevo, abrir un libro y descubrir lo que hay en su interior, un viaje, cualquier proyecto nuevo de la hermosa Blue y así puedo ennumerar varias cosas que hacen que se me revuelvan las tripas de manera realmente placentera y me sienta llena de determinación. A veces me siento tan emocionada que no siempre presto atención a lo que pasa durante y, cuando me doy cuenta, éso que me había emocionado mucho pasó y se fue y me quedo con un poco de frustración por no haberlo disfrutado más. Es el momento del cortejo lo que me emociona, no me refiero sólo al cortejo que se da en una pareja, si no al cortejo de las ideas, cómo van dando vueltas en mi cabeza y poco a poco veo cómo puedo materializarlas y convertirlas en un hecho. Me he pasado noches en vela con alguna idea revoloteando y me duermo emocionada, con el corazón como un tambor.



Hoy se presenta ante mi un proyecto a largo plazo. El panorama se abre y puedo ver una posibilidad que su momento perdí, pero que tengo la oportunidad de recobrar. No me gusta hacerme grandes ilusiones para evitar caerme de zopetón. Pero esto se está materializando ante mis ojos y sé que ahora es el momento adecuado. Vuelven las mariposas a mi panza como si tuviera 15 años y no quiero que se duerman. No quiero decepcionarme. Quiero que las mariposas vivan en mi panza por mucho mucho tiempo.

16 de julio de 2009

12 de julio de 2009

Verdad

Dicen que no peca pero incomoda. Muy cierto. Apenas tuve un episodio donde mis defectos fueron expuestos y me sentí desnuda. En realidad no fue gran cosa y yo sé de qué pie cojeo. Sólo que es difícil cuando alguien más te lo dice.
El viernes fue un día de cerrar un ciclo. De dejar todo y de suspenso. El viernes me dirían si me volverían a contratar o no. Hubo varios despidos semanas antes y quería estar preparada. Antes de mi cita con mi jefa sentí angustia e incertidumbre. Tenía un punto importante en contra: No completé las 40 horas de capacitación, no porque no quisiera, ya lo había dicho en otro post y me rebelé y no hice más. Dejé que las cosas pasaran y si por ello me echaban, estaba dispuesta a aceptar las consecuencias.
La junta inició. Entré y ví que mi jefa estaba sentada muy seria. La saludé con algo de inseguridad, sabía que ella había pasado por días muy saturados de trabajo y que había estado de un humor fatal. Me dió las gracias por mi trabajo. Me dijo tres cosas muy ciertas, que me hicieron sentir incómoda:
1. Debo mejorar mi puntualidad.
2. Debo mejorar mi organización.
3. Esperaban más de mis resultados.
Fin. Eso fue todo. Me sonrojé y me retorcí en mi silla: lo sabía. Pero mi orgullo siempre me hace reaccionar así, como si me hubiera echado un trago de jugo de limón y sintiera cómo se me retuercen las tripas, cómo me arde la panza y finalmente, tengo que aceptar la verdad. Después, sólo me dijo que conservaba mi chamba. Aaaah, exhalé todo el aire contenido y mi cuerpo se relajó. Ahora, a descansar.

27 de junio de 2009

Actualizaré, porque me lo pide mi hermana, porque esto lleva varias semanas de abandono y porque sí.

ADVERTENCIA: El siguiente texto es puramente autobiográfico y contiene temas de diversa índole, todo lo cual puede ser realmente aburrido, por algo bautizé a mi blog como intrascendente. Si después de esta advertencia ud. se aventura en el texto, será bajo su propio riesgo. No nos hacemos responsables de su somnolencia, ni damos Coca ni cafiaspirinas.
Crónica de eventos (que no son afortunados ni desafortunados)
1. No he actualizado porque no he querido. Porque he sentido que no tenía nada que contar. Así que decidí hacer el blog a un ladito por un período. Ah, también el exceso de trabajo y las miles de charlas por messenger no me han permitido siquiera pensar qué carajos escribir en este tugurio.
2. Hace dos días empezaron a arreglar mi calle. Resuuuuulta, que decidieron quitar tooodo el pavimento, con unas máquinas enormes cuyo nombre no sé, pero que dan miedito, y me hacen pensar en los transformers de mis tiempos. Así que ahora hay un río de lodo frente a mi casa. No hay manera de cruzar la calle, así como lo hace la gente normal, no; ahora debo llegar hasta la esquina y ahí buscar un lugar que no esté muy encharcado para poder cruzar. Porque han de saber que yo, mujer ocupada y "práctica", llevo mi ropa a la lavandería y resulta que esta se encuentra en la acera de enfrente. Debo haberme visto patética: dos bolsas enormes de ropa, lluvia, un paraguas medio maltrecho por un berrinche que hice, las llaves en la mano y brincando de charco en charco.
Hoy en la mañana apareció un auto ahí varado en el camino, metido en el lodo y abandonado. El cuadro era deprimente. Luego me enteré de la historia, que tal vez otro día cuente.
3. Un Adán, con intenciones de que yo sea su Eva, creyó que al fin estaba dando mi bracito a torcer. ¡Error! No tengo intención de empezar una relación, sea con él o con otra persona. Mi capacidad de amar, querer o como se llame a éso, está en estado de hibernación, y lleva así un buen rato y así seguirá por otro rato, aún no sé por cuánto más. Sucede que Adán, sir Zodiaco, al haber entendido las cosas chuecas y retorcidas, me puso en un dilema y todo terminó mal. Como siempre, lo diferente ahora es que no me dió remordimiento, creo que ahora sí soy un maldito hielo.
4. Se desapareció uno de mis amigos. No fué a trabajar, así nomás. Tampoco contestaba llamadas ni mensajes. Simplemente la tierra se lo tragó. Me dió miedo. Había estado muy deprimido y preocupado. Me dolió la panza. Pensé lo peor, porque alguna vez me dió a entender que estaba de sobra en este mundo. Desde el viernes en la mañana le estuve enviando mensajes, le mandé un mail, le marqué a su celular y nada. Hoy al fin... mientras escribía esto me llamó por teléfono. Una llamada escueta en la que sólo me dijo que estaba bien, que luego me llamaba para contarme. No lo sé... Tal vez no lo haga... tal vez sí... Al menos, ya me siento un poco más tranquila.
5. Ayer cayó una tromba. Salí de trabajar a eso de las 7.30 de la noche y la calle estaba inundada. Para mi mala suerte, ése día se me ocurrió cargar con tres mochilas llenas y muy pesadas. Los taxis no se detenían, los autos pasaban rápido con intención de bañarme de lodo y comenzó a llover de nuevo. No podía cruzar la calle porque no podía brincar el río de lodo con tanto peso. Esperé como 45 minutos a que se detuviera un taxi, mientras del lado contrario de la calle pasaban muchos y no me veían o se hacían los desentendidos. Al fin, cuando la corriente bajó un poco, crucé. Y al fiiiin, un taxi se detuvo. Me preguntó mi destino. Y cuando lo supo, se rehusó a llevarme. Afortunadamente estaba yo afuera de una plaza comercial, así que me metí a sentarme y descansar. Saqué mi teléfono, tenía seis llamadas perdidas de mi madre, que por casualidad andaba por los mismos rumbos, atorada en el tráfico. Me pidió que no me moviera de donde estaba y la esperara, que era mejor que estuvieramos acompañadas ya que ella tampoco podía llegar a su destino. Y justo cuando colgué con ella, murió mi teléfono. Pasaron 45 minutos y yo esperando, fumando para matar el tiempo, dando vueltas como león enjaulado y con los pies congelados. Al fin llegó. Como no sabíamos qué hacer, pues nos metimos al cine. Y al salir, como a eso de las 11.45 de la noche, la calle estaba libre y ya no estaba inundada, como si nada hubiera pasado. Ah, y la película fue un bodrio de melodrama mal contado.
6. Una de mis mejores amigas se está alejando de mi. Dice que soy una histérica amargada y que ella no puede ayudarme con éso y que prefiere alejarse. Dice que contesto feo y que hago malos modos. Siento que siempre he sido así. No soy la de los mejores modales. Pero tampoco me gusta que me digan, cada vez que me ven, lo mal que me veo. Que me analicen todo el tiempo. Que crean que tengo resentimientos contra mi madre porque alguna vez conté que cuando yo era niña era muy estricta. Que estoy amargada y que necesito una pareja que me quiera. Que estoy loca si no quiero hacer mi vida con alguien. Que soy demasiado joven para todas las responsabilidades que tengo. Que me compre un carro. Que me compre una casa. Que me vaya de vacaciones. Que no sea tan dura con la hermosa Blue. Que soy una mamona porque me sabía unas preguntas sobre la vida de Cristo, las cuales son simple cultura general. Que estoy resentida contra el mundo y que vivo enojada con todo lo que me rodea. A ver, si sólo recibo comentarios negativos sobre mi persona, no voy a contestar con una sonrisa o un "gracias". ¡Nooooo! Me enoja, me molesta que me marquen tooodos mis defectos y aparte, que lo hagan diario. Sí, me siento cansada físicamente. Creo que no he dormido bien. Creo que no organizo mi tiempo efectivamente. Soy un desastre y por eso termino haciendo más trabajo del necesario. Pero de éso, a que me estén jodiendo todo el tiempo con que soy una pinche amargada....
Si llegaron vivos al final de esta reseña, sin haber caído en estado de narcolepsia, avísenme.
Nota: Ahora no incluyo fotos porque la cámara y la máquina no son compatibles, ni con terapia.

13 de junio de 2009

3 de junio de 2009

I wish I could understand, Mr Einstein.

I'm not an atheist. I don't think I can call myself a pantheist. The problem involved is too vast for our limited minds. We are in the position of a little child entering a huge library filled with books in many languages. The child knows someone must have written those books. It does not know how. It does not understand the languages in which they are written. The child dimly suspects a mysterious order in the arrangement of the books but doesn't know what it is. That, it seems to me, is the attitude of even the most intelligent human being toward God. We see the universe marvelously arranged and obeying certain laws but only dimly understand these laws.


Dear Mr Einstein,

Please enlighten me tomorrow to be able to explain your Theory Of Relativity to young minds.

Yours sincerely,

I.

2 de junio de 2009

¡¡¡IGNORANTE!!!

Hoy descubrí que ignorante es la persona que no sabe que, según, Dream on es de los Beatles (sí, cómo no), que Hotel California fue escrito en un hotel en Baja California, cosa que según Don Henley desmiente, y que el nombre de Smells Like Teen Spirit viene del desodorante de Courtney Love (¡ajá!). Me dijeron que me ilustrara y que aprendiera ese tipo de datos TAN importantes para la vida de cualquier persona que se presuma rocker. ¡Ja! ¡Me burlo! A mi qué carajos me importa...

Nota: No debo entablar amistades con personas que se rigen según los astros y toman decisiones de acuerdo a lo que los ángeles les dicen o que ven fantasmas hasta en la sopa de estrellitas y pipirín. A mi me gusta la gente simple, no la que se complica la existencia de esa manera. ¡Qué fastidio!


(Esta es sólo una nota para acordarme de lo que no debo hacer.)

26 de mayo de 2009

Hallazgo

No soy quien para andar de criticona, pero éste es un hallazgo fantástico. Juzguen ustedes:


La representación de la mujer más hermosa, diosa del Amor, la Venus de Botticelli, en una versión algo rústica y con pies de Borola Burrón.

La encontré en un salón de fiestas finamente decorado, todo pintado de blanco, con una cenefa de hojas del estilo corintio, doradas todas ellas. El salón tenía muchas otras obras del mismo estilo, pero ésta es la más representativa.

18 de mayo de 2009

"Después de vejez, viruelas"

Éso lo dijo mi abuela cuando supo qué me había pasado.



Un bichito, maldito bichito de la varicela me ha causado todo este malestar. ¡Lo odio! Ahora me siento como Madam Mim. En tres semanas, si todo pinta bien, estaré sana y sin dolor. Mientras tanto, tendré que aguantar comezón, dolor, ardor, fotofobia y cansancio.

16 de mayo de 2009

¡Bicho rastrero, te atraparé!


Todo comenzó con una simple molestia. Uhm, creo que me apreté mucho el cabello- éso pensé cuando me dolía el nacimiento del pelo en la parte frontal de mi cabecita. Y la molestia se fue extendiendo. Ya no sólo sentía molestia ahí, si no más pa'trás y en la ceja. -Umh, qué chistoso, siento comezón. Seguro me picó una maldita araña- seguía pensando. Después empezó la comezón en serio y luego el dolor. Así, como si me hubiera golpeado la cabeza con algo rasposo. Arde, duele, da comezón. Después sentí algo que me crecía detrás de la mandíbula. -Uhm, creo que se me está inflamando un ganglio- y en efecto, un ganglio comenzaba a crecer. Decidí hablar y denunciar mis males. Me recetaron un antibiótico, porque han de saber que cuando se inflama un ganglio o varios de ellos, significa que existe una infección. Bueno, pues comencé a tomar azitromicina y nada cambió, al contrario, el dolor ya era insoportable y no dejaba de pensar en mi cabeza y en como mis muy escasas ideas comenzaban a licuarse y mezclarse junto con mi seca y enclenque masa encefálica. Comencé a preocuparme de veras. Pedí ayuda a gritos. Me recetaron otro antibiótico aún más potente y un antihistamínico, los cuales debo tomar con los alimentos si quiero evitarme una gastritis o una úlcera péptica. Ah, y no los debo tomar juntos, por la misma razón. Me sentí mejor, y pensé que ya todo estaba resuelto.

Hoy mi ojo amaneció irritado, mi párpado de sapo y me siguen picando las malditas ronchas de las cuales ya perdí la cuenta. Se me pudre un cuarto de mi cabeza, no sé si podré sobrevivir sin mi hemisferio derecho, perderé toda sensibilidad hacia la música y el arte y perderé la poca creatividad con la que, según yo, cuento. Hace rato, vencí mi fobia a las agujas, y tuve que ir a hacerme una biometría hemática. El lunes iré al dermatólogo, a ver qué diantres dice.

Teorías hay muchas, éstas son algunas:
  • Larva Migrans Ocular (transmitida por los felinos)
  • Síndrome del arañazo de gato
  • Un maldito bicho rastrero vino a aterrizar en mi cabeza desde no sé dónde y se dió un festín con mis ideas.
  • Soy alérgica al bicho que me picó, y éstas son las reacciones secundarias.
Es increíble que algo tan pequeñito, invisible, diminuto, "insignificante" pueda hacerme pasar tan mal rato. Quisiera rascarme la cabeza contra el asfalto o tomar una navaja y picarme en las ronchas a ver qué sale. Me da miedo El almohadón de plumas, me dan miedo los insectos parasitarios que depositan sus huevecillos en una víctima, me da miedo tener que deshacerme de mi gato. No quiero que se me caiga la cabeza, que se me descarne el cráneo, que me salga un alien del cerebro, volverme zombie comecerebros... Hasta ahora, mientras siga escribiendo, significa que todavía alcanzo a hilar algunas ideas. Cuando empiece a escribir cosas sin sentido, sabrán que me habrán perdido para siempre.

9 de mayo de 2009

¡Tic, tac, tic, tac, tic, tac! ¿Cómo? ¿No me he movido ya?

Y estuve allá y volví acá y vino el mal que me hizo encerrarme. Me mantuve dentro de cuatro paredes, esperando ¿a qué? pues nomás esperando. Los platos y tazas también esperan en el fregadero, las repisas que he querido poner desde hace un año siguen esperando, espera la ropa sobre la cama toda deshecha, esperan los libros que ya dan muestras de abandono, esperan las filtraciones en el techo, espera el regalo no comprado, espera la libreta no terminada y todos esperan conmigo.

6 de mayo de 2009

¡Hoy es mi diablo!


Por lo general, mi cumpleaños no me entusiasma. Casi siempre me dá la flojera y no celebro. Pero hoy sí voy a celebrar: aquí. Así que hoy se me permite ser ñoña y ridícula y hacerme un pastel y soplarle a las velitas, darle la mordida, partir mi piñata y comer muchos dulces. ¡Ah, claro! Todos deben cantarme las mañanitas porque así lo dicta la tradición cumpleañera.

Así que pásenle todos, quítense los zapatos, pónganse cómodos, arrímense una sillita que ya todo está organizado. Jugaremos "pónle la cola al gato", "las escondis" y "las traes". También podemos jugar a las sillas, aunque sería un poco complicado dada la distancia.

Nota: Se aceptan regalos. La cabeza de Berlioz ya hizo su puntual, muy personal y muy linda aportación.

Fairest Creature: ¡Gracias! ¡Te quiero mucho!

1 de mayo de 2009

Useless Talents

Inspirada por "Planeta Terror" de Robert Rodríguez, he aquí una lista de algunos de mis useless talents:

1. Usar Facebook
2. Beber 3 cervezas y una copa de vino y no perder el control.
3. Tener y conservar, a como dé lugar, un blog.
4. Hacer pastel con harina de jotqueis.
5. Comer rápido, sin masticar, usando la técnica de deglución de un perro.
6. Conectar la manguera del gas y usar la cinta de teflón (bueno, éste no es taaan inútil)
7. Lamer los platos hasta dejarlos relucientes.
8. Hacer diferentes tipos de caligrafía.
9. Amarrar los hilos del cubrebocas con rapidez.
10. Saber la letra de varias canciones y tararearlas.
11. Leer rápido.
12. Pintar con yema de huevo.
13. Hablar en idioma "efe"
14. Hacer donitas con el humo del cigarro.
15. Hacer vueltas "picudas" con los carritos del súper con un tripulante sobre éste.
16. Recitar Ezequiel 25:17 (con acento de Samuel L. Jackson)
17. Decir todo el diálogo de 101 Dálmatas a dueto con una persona que no creo que quiera que la mencione.
18. Saberme la letra de "Los osos gordos también van al cielo"
19. Bañar un gato.
20. Pintar con brocha gorda.
21. Ver varios canales a la vez.
22. Cantar "The sound of music" en la regadera.
23. Vivir célibe por meses enteros.
24. Mascar chicle por horas.
25. Dormir sin almohada.
26. Improvisar en la chamba.
27. Tronarme todos los dedos de las manos.
28. Envolver un regalo.
29. Caminar con mucho peso, como mula de carga, sin torcerme las patas.
30. Entender albures y dobles sentidos.

Continuará...

26 de abril de 2009

Lo más pronto que pude...

No he cumplido mi promesa. No he escrito por mucho mucho tiempo. Han pasado muchas cosas. Haré un recuento del día de hoy hacia atrás:

1. ¿Uso el cubrebocas? Mi mente retorcida hace que mi escepticismo vaya saliendo del clóset y me quiera rebelar contra lo que todos dicen y hacen. No puedo. Me lo pongo. Me lo quito. Lo guardo. Saco el gel antibacterial. Mi mente elucubra mil y un explicaciones. No lo sé. No quiero que me pase, pero tampoco quiero caer en pánico que no me lleva a nada. Mi hermana me preguntó: ¿conoces a alguien que se haya enfermado? Mi respuesta fue negativa, luego recordé que alguien me comentó de su hija enferma. Quién sabe, tal vez no sea nada, tal vez sean muchas cosas. Algunos estudiosos de la metafísica afirman que es el principio del fin. Prefiero no saberlo.


2. Me gustan las iglesias. No soy religiosa. No suelo ir a misa, sólo voy a eventos especiales, pero por mi propio pie, jamás voy. Pero he descubierto que me gustan las iglesias, son silenciosas, huelen a cera caliente y nadie se mete con uno. Y mi gusto por ellas se limita a las iglesias antiguas, aquellas que fueron construídas siglos atrás y cuya arquitectura refleja el momento en que fueron construidas. Me gustan las pinturas de los techos, los mosaicos, los vitrales, los arcos, las torres.
3. Nadie es imprescindible. La ausencia prolongada me hizo pensar que tal vez causaría alguna pena o tristeza. No es así. La vida, con o sin uno, sigue y el mundo sigue rodando. Es un pensamiento algo egoísta el sentirse imprescindible, pero es inevitable. Afortunadamente hubo una lección: gente va y viene y ya.

4. En algunos lugares es de mal gusto entrar con zapatos a la casa. ¡Uy, si en mi casa alguien se quita los zapatos para entrar, me parecería de lo más ridículo y antihigiénico! Costumbres son costumbres.

5. Soy adicta a la cafeína y la nicotina. La ausencia de alguna de las dos substancias me causa dolor de cabeza y/o ansiedad.

6. Descubrí la generosidad de la gente que no espera nada a cambio.

7. Me descubrí tímida tirandole a ranchera, nomás me falta el rebozo. Afortunadamente, la gente alrededor mío no lo es y es por éso que pude entablar amistades que espero perduren.

8. Ahora aprecio mucho más a las personas que realmente amo y son importantes en mi vida.

9. El mismo trabajo que desempeño aquí es mucho mejor remunerado en otros lados. ¡Ni modo!

10. Soy cobarde. No me gustan los cambios. Me dan miedo las nuevas experiencias. Siempre quiero estar escondida en mi madriguera y no salir.

Y pues este fue un pequeño recuento de el porqué no escribí. Aparte mi cerebro anda mal conectado y no he logrado que las ideas fluyan. Tal vez me falte cafeína.

Intentaré escribir más seguido y no sé si menos autobiográfico.

19 de abril de 2009

Fuera de contexto

Si, me salí de mi contexto. Fuí a un mundo donde los teclados no tienen eñe ni acentos y me sentí perdida y por éso abandone este lugar.

No es un triunfal regreso. Ni planeo escribir el post del año ni nada parecido. Sólo es un regreso del más allá al más acá. Se cocinan unas cosas en mi cabeza, pero todo ahora es tan desordenado que sólo estoy escribiendo pa' no dejar...

Escribiré pronto, de veras.

16 de marzo de 2009

So Long and Thanks for All the Fish!

Inicio el día de hoy con una sección, o categoría de posts, no sé cuántos pondré o si esto será debut y despedida, pero decidí mostrar a todos fragmentos de películas que hayan causado alguna emoción especial o diferente. Inauguro esta sección con una canción, de The Hitchhiker's Guide to the Galaxy, que realmente me conmovió. No digo más.

11 de marzo de 2009

"Cursitis"

Cursitis: Enfermedad altamente contagiosa que se propaga sobre todo en lugares donde el riesgo de perder la chamba es inminente. La epidemia se produce a partir del momento en que se anuncian las 40 horas obligatorias de capacitación de todo el personal de un centro laboral. La cursitis se propaga rápidamente, sus síntomas son:

  • Sensación de pérdida de tiempo.
  • Sensación de pérdida del dinero.
  • Malestar laboral.
  • Estrés.
  • Pérdida de la dignidad.
  • Búsqueda frenética de cursos de cualquier cosa: educación, sexualidad, computación, primeros auxilios, etc.
Yo fuí víctima de esta catastrófica epidemia y apliqué para un curso, en mi caso sí era algo relevante y útil para mi labor. Como resultado, ya que el curso implicaba mi ausencia los viernes durante varios meses, recibí una negativa por parte de mis superiores. Me pregunto: ¿para qué carajos busco actualizarme si no me van a otorgar el tiempo?

Si alguien tiene la cura para este mal, por favor háganmela saber, ya que me encuentro en muy mal estado, a punto de sufrir un shock.

1 de marzo de 2009

SUCH A FAILURE

Soy quisquillosa. Soy sangrona. Motivos: ninguno en especial, sólo soy así.

Cuando la gente no deja de hablar de sí misma, cuando todo lo saben, cuando se jactan de haber leído cientos de libros y todavía dicen encontrastes, cuando son demasiado solemnes y no ríen, cuando dicen que son buenos para algo y de inmediato dan signos de no serlo, entonces es cuando me doy cuenta que mi misión fue un fracaso y necesito un respiro.

No sirvo para esas misiones. No estoy lista.

Regreso felizmente a mi espacio, mi desorden, mi ansiedad, mi tiempo y mi soledad, aquí es donde me siento a salvo.

15 de febrero de 2009

Cómo evité escribir sobre el tal san Valentín

Todo empezó desde el inicio del mes. Todos preparados para recibir el día del amor y la amistad. Yo trato de evitar el tema, pero tanto mi trabajo como las personas a mi alrededor no me lo permiten. Decido que debo programarme para el escepticismo y la indiferencia. Siguen pasando los días. Será un día más, y sigo tratando de convencerme que sólo es un gasto inútil de tiempo, dinero y energía. El 13 de febrero es viernes. ¡Viernes 13! ¡Eeeeh! Habrá películas de terror en la tele que me hagan olvidar lo que la gente celebrará el siguiente día. Error, no hubo nada. Llega el catorce, mi blog en espera de que le escriba algo, y le doy vueltas y vueltas al tema, cómo no decir que lo odio, cómo no tirarme al extremo de la rudeza, cómo ser indiferente ¿cómo? Tuve que participar en un intercambio ¡och! y tuve que dar explicaciones de lo que haría más tarde a mis compañeritos laborales. -Mmmm, tal vez vaya al cine con unas amigas y luego al café- ¿Nada máaaaas?- Me preguntaban -Sí, no tengo más planes- ¡Ah!- contestaban desilusionados. Y pasó la tarde, y ví Hellsing, llegó la noche y fui al café, llegué a casa y ví más Hellsing, me dormí. Desperté y ví que mi blog en blanco seguía esperando un post... lo ví y lo ví y lo ví. Lavé los trastes. Me vestí. Salí con mis papás y me distraje. Y regresé a la computadora y leí y revisé mi mail vacío, y escribí un post muy tonto, y lo borré. Y traté de evitarlo, pero aún no puedo, terminé escribiendo sobre el tonto san Valentín que ya me tiene enferma. ¡Que se pudra en el infierno!

5 de febrero de 2009

Rolononón

Master Jimmy Page

Desde que la oí por primera vez supe que era mi rola favorita. Por años la escuchaba casi diario y siempre me hacía revolcarme de la emoción. Ya no la escucho tanto, no quiero quemarla, tampoco quiero hartarme de ella. Si el día que cuelgue los tenis hay música, pues ya tengo a mi chousen guan.

Hoy me enteré que una revista, no sé que tan importante, de guitarras y rollos acá rockerones, dieron el primer lugar de 50 al solo de guitarra de Stairway to Heaven autoría de master Jimmy Page. Éso combinado con la grandiosa voz de Robert Plant es una exquisitez.

Yo no sé ustedes, pero yo amo esa rolita.




Para que se den las tres con esta versión en concierto.

26 de enero de 2009

Homenaje a los Vecinitos del Terror

Ahorita mismo debería estar trabajando en lugar de estar escribiendo. Pero hoy, algo en mi querida colonia cambió: ¡¡¡se fueron los vecinos!!!

Hace como cinco años yo tenía unos vecinos muy bonitos, eran la mamá, el hijo y la abuelita. Todos muy discretos y calladitos, ni siquiera se notaba que estaban ahí. Mantenían su casita limpia y ordenada. De repente, llegó un camión de mudanza y huyeron de aquí. Y fue cuando llegaron: los vecinos del terror.

De buenas a primeras me quitaron mi lugar de estacionamiento. Bueno, yo no tengo auto, pero la gente que me ha llegado a visitar, si tiene y no hay dónde se puedan estacionar los pobres. Trajeron un montón de macetas horrendas, con plantas descuidadas y secas y las pusieron aquí afuerita, como si de veras valiera la pena voltear a verlas. Pusieron unos tabiques horrendos junto al escalón de la entrada de su casa. Trajeron unos perros feísimos que ladraban por todo. Y como compartimos pared: ya se imaginarán el escándalo. Pero lo peor, lo peor eran las personas. Primero llegaron una multitud de solteronas amargosas. Creo que eran la mamá y las hijas. Todas parecían brujas salidas de diferentes cuentos de hadas haciendo su diario aquelarre. Eran escandalosas, peleoneras, gritonas, argüenderas y muy muy feas. Nunca me dirigieron la mirada y mucho menos el saludo. La peor de todas era una vieja horrenda, parecida a la maestra Troncha Toro de Matilda. Una temporada le dió por llegar a altas horas de la madrugada, entre semana, con un galán acá de lonchería, y se ponían a entonar canciones a la puerta de mi casa, con varios alcoholes entre espalda y pecho y muy muy poco sentido del ritmo y la entonación. Su más grande éxito: Hacer el amor con otro, de Ale Guzmán.

De repente, Troncha Toro se fue pero dejó a sus sucesores. Otro hermano, igual de feo que ella, nomás que en masculino. Según era mecánico y plomero y un día hasta me ofreció sus servicios. Siempre tenía muchos autos viejos afuera de la casa, algunos completamente abandonados y polvosos. Él tenía un hijo, o sobrino o nieto o yo qué sé, un quinceañero rudo que escuchaba Metallica, a todo volumen, todos los días a eso de las diez de la noche. Una señora vivía también con ellos, tal vez mamá del chico rudo. Recuerdo que el 31 de diciembre llegó a tocar a mi puerta, con un recipiente con sus cuadritos de achiote, cebolla y ajo, que porque se le había descompuesto su licuadora. -¡Veciiiiiina, bueeeenos díiiiias!- ¿Vecina? Pero si nunca me habla esta señora y ora quiere que le muela sus especias. Noooooo. -Újule, perdóneme, pero no tengo licuadora. Ora sí le voy a quedar mal.- ¿ora sí? pero si nunca habíamos cruzado palabra. Bueno, pues así las cosas, la vecina muy amigable quería un favor y no se lo concedí.

Alguna vez, que dejaron su puerta abierta, pude mirar un poquito hacia adentro de su cuchitril. Mejor no lo hubiera hecho, pues no era mejor el interior que el exterior de su casa: lleno de triques, tablas, muebles apilados, una estufa vieja y cientos de pinganetes (así decía mi abuelita) tirados por doquier. Mi casa se veía reina junto a ese caos.

Desde ayer que llegué en la tarde, no hay autos. Hoy me fijé mejor y ya no hay cortinas. Todo está en silencio. Se fue Troncha Toro y su hermano, se fueron los portazos y gritos, se fue el chico rudo y su concierto de Metallica, se fueron los triques, excepto por las macetitas esas tan bonitas y las fantásticas manchas de huevo en su fachada. Éso sigue ahí.

Aquí y acá algunas de las fantásticas anécdotas con mis vecinitos.

Por un lado, me siento tranquila de que ya no estén, pero no sé que tipo de alimañas se vayan a venir a vivir acá ahora que la casa se ponga en renta otra vez.

Pronto: agregaré fotitos de la fachada con manchas de huevo y las enormes y horrendas macetas.

17 de enero de 2009

¿Evasión?

¿Ponerse la pijama a las 7 de la noche y tratar de escribir nada es evasión? Pos ya me fregué.

9 de enero de 2009

Sueños diferentes, personaje recurrente

He estado soñando mucho. No me gusta. Los sueños varían pero siempre está ese personaje. ¿Por qué? Me molesta soñarlo. No debería estar ahí. ¿Es un deseo? ¿premonición? ¿frustración? ¿depresión? No lo sé, no sé interpretar sueños. ¡Maldita sea! Yo sólo quiero que desaparezca de aquí, de mi cabeza. No me acuerdo de su apariencia física exacta, aunque sí sé quién es, no recuerdo su ropa, ni lo que dice, sólo sé que está ahí, latente. ¿Qué no tiene nada más que hacer? Hoy quiero que se vaya.

¡Vete ya! ¡Adiós!¡No te quiero ver más!

Aquí el soundtrack no original de este post carente de originalidad.


5 de enero de 2009

¡¡¡MAGIA!!!

El cinturón de Orión: seguramente brilla
mucho porque es noche de Reyes Magos.


Esta noche es una de mis noches favoritas. Siempre lo ha sido. Recuerdo cuando era una niñita, y no quería dormir, mi mamá me daba leche con miel de abeja, según ella para que durmiera bien. Aún utilizo ese remedio para el insomnio, no sé, pero sirve. Mi cama estaba junto a la ventana y durante la noche, abría la cortina para ver si podía ver descender a los Reyes Magos de las estrellas. Miraba y miraba y nunca pasaba nada. ¿Cómo era posible? Finalmente, el sueño me vencía, pero sólo por unas horas, porque a las 3 de la mañana despertaba e iba abajo a ver el árbol y ¡sorpresa! habían llegado ya, y había muchas cosas bonitas que me habían dejado los Reyes. Recuerdo mucho esa sensación: mariposas en la panza, nervios, incertidumbre. Cada año, ésa ha sido la mejor noche de mi vida. Así fue como aparecieron en mi vida: Samantha y Karla, los chosunes, mis Barbies, mis playmobil y mi primera trilogía de Star Wars. ¡Aaah, es magia pura!

Hoy no está la bella Blue conmigo, pero no dejo de sentir esas mariposas en el estómago. Hoy no puedo dormir, estoy emocionada. Salgo a fumarme un cigarro y de pura casualidad no prendo la luz del patio, miro hacia el cielo y ahí está, el cinturón de Orión, brillando como todas las noches de Reyes Magos. No recuerdo un sólo día de Reyes que no haya volteado a ver las estrellas y esas tres no estén brillando en el cielo. Me siento feliz y nerviosa y viva. Ésa es la magia, hoy es una noche especial: extraño a la bella Blue, pero sé que ella está viviendo su propia noche de magia.

Esta foto debe tener unos 26 años de
antigüedad. Puede apreciarse la evidente
felicidad de la autora de este espacio.


Y ya me voy a dormir si no, no me van a traer nada. ¡Hasta mañana!

3 de enero de 2009

¿Más películas? ¿Más zombies? ¡Ya chole! ¿no?

Sí, empecé mi año con el pie derecho en cuanto a pelis y ví por segunda vez, pero con otros ojos: Night of the Living Dead de George A. Romero. Me gustó más y la disfruté más: hasta soñé con zombies, no me acuerdo qué, pero soñé con zombies. ¡Jajaja! Las primeras rolitas que escuché fueron las del master Chava Flores: El gato viudo, Los quince años de Hespergencia, Cerró sus ojitos Cleto, etc. Las oí durante mi viaje a Muy muy lejano, para ver a mi abuelita y llegué de muy buen humor. Ya llegando aquí a su pobre casa, pos me puse más solemne y escuché un soundtrack buenísimo: Dracula, de Philip Glass interpretado por Kronos Quartet. ¡Encantador!

¿Y los propósitos? Pues aún no los medito bien, serán tal vez los mismos del año pasado:
  • tengo que hacer algo con mi puntualidad, es muy deficiente en verdad.
  • tengo que dejar de huir de la gente que conozco en lugares públicos: ¡och! es que me choca saludar gente y no tener nada que decir, tons mejor corro para otro lado para no sufrir un silencio incómodo.
  • regresar a la natación (esto no necesita explicación, necesito regresar y eso haré)
  • ver muchas muchas películas de todo tipo.
  • ser hermitaña por decisión, no circunstancial.
  • leer un poco más, bueno, leer. Es que a veces no tengo tiempo de nada y ya a las 11 o 12 de la noche leer sólo me provoca sueño ¡qué mal! pero así es. ¡Recomendaciones por favor!
  • revisar mis opciones de crecimiento profesional: este año siento que me empezó a salir moho en mi ya medio rancio cerebro, tal vez me esté convirtiendo en zombi ¿o ya lo seré?
  • ser menos desordenada: Roma no se hizo en un día, así que sólo aspiro a no ser tan desordenada.
  • ser menos amargada (mismo caso que el punto anterior)
  • dibujar ¿dibujar? ¿tendré tiempo? no lo sé, pero es mejor agregarlo a la lista pa que no se me olvide.
  • vacunar a Cempazúchitl.
Y ya con eso, creo que son más que suficientes propósitos. No los puedo lograr todos de una sola vez, pero pos ya veré qué se le hace. ¡Si no, pues los vuelvo a repetir el año que entra!