30 de diciembre de 2008

Más películas apocalípticas


Al fin, después de mucho tiempo, y pese a todos los comentarios, buenos y malos, ví
I am Legend.
Empezaré por mencionar los puntos malos:

(Atención: quien no la haya visto y quiera verla, absténgase de leer los puntos que se enlistan abajo, o sufra las consecuencias)
  • Nueva York, como siempre, Nueva York: los neoyorquinos ya deben estar hartos de ver su ciudad vuelta caos una y otra vez. No creo que eso les caiga muy en gracia, a mi me parecería ya enfermizo.
  • Un virus mortal, que primero pretende ser cura y luego se convierte en epidemia.
  • Muertos vivientes, zombies o lo que sea que se llamen, es un clásico ya de las películas apocalípticas que incluyen un virus, como en 28 Days Later y Resident Evil. Los zombies aquí sí están bien feos, no se ven reales, la animación esta muy fuera del realismo, hubiera sido mejor reclutar a varios actores para que la hicieran de zombies en lugar de esa falsa animación, ni Roger Rabbit se ve tan ficticio.
  • La casa del Sgto. Neville súper acomodada y ordenada, todo en su lugar, limpio, y con alimento como para estarse un siglo ahí. No falta ni luz, ni gas, ni agua potable.
  • Toooodos están infectados con el KV, el virus en cuestión, pues. Todos: humanos, perros, ratas, etc. Eso sí, los ciervitos siguen corriendo por las calles y los leones también, ninguno ha sido infectado. Me hubiera gustado ver una manada de animales infectados, como en Jumanji, pero todos como una jauría de terror, elefantes y zebras descarnados y con ojos desorbitados corriendo por las calles para encontrar alimento.
  • Que de buenas a primeras, una mona ahí toda debilucha y su hijito, sobrevivientes del caos, recorriendo estados, hayan salvado al súper Sgto. Neville. ¡Chale con el heroísmo! Las minas afuera de casa del sargento no les provocaron ni un rasguñito, la granada del final, tampoco. Bueno, ciencia ficción al fin, sobre todo mucha ficción. ¡Harto heroísmo, hartísimo!
  • ¡Harta esperanza, hartísima! Finalmente crea la cura y todos felices, la humanidad se salva, y sí, había un campamento de sobrevivientes. ¡Chaaaaale! ¡Jajaja!
Puntos a favor:
  • Aunque nadie lo crea, me gustan las películas apocalípticas, donde el mundo se acaba, la humanidad termina horriblemente y no hay esperanza. Supongo que algún día pasará, aparte es síntoma de nuestros tiempos: donde siempre hablamos del calentamiento global, de las guerras, la violencia, la guerra bacteriológica, etc., etc. Temas de los que hemos oído hasta el cansancio, y por más que se hable de ellos, pos nomás no pasa nada, ahí seguimos tratando de sobrevivir nomás.
  • Como renté el disco, pues me puse a ver los extras, los cuales me gustaron, porque son unos cortos animados de lo que sucedió en otras partes del mundo. Bueno, no me gustaron todos, el de Hong Kong si y también el de la India, uno por sutil y delicado, el otro por gore, así son mis gustos, eclécticos. ¡Ja! Bueno, todas las animaciones creo que son hechas por las mismas personas, pero tendré que checar bien antes de regresar la película al videoclub. Ésto también me dió una idea, de crear algún storyboard basado en alguna película, pero igual y lo echo al tintero a que se revuelva con otras ideas, total, he echado tanto ahí que ya no sé ni lo que hay.
  • El perro: soy amante de los canes y me gusta el perro, Sam, que en realidad es hembra. Bueno, las historias de perros siempre me conmueven, porque son fieles hasta el fin, y de verdad que lo son, ahí sí no hay ficción ni nada, los perros son así: fieles, leales, dulces, tiernos y hermosos. Así que, sí, inevitablemente me dolió ver morir al perrito. Todavía siento feo.
  • La música de Bob Marley suena bien, aunque de repente creo que ni al caso, pero bueno... ayuda a darle sentido a la triste vida del Sgto. Neville. Si yo fuera él, la verdad ya me hubiera aventado de un puente o algo así, no creo que algún humano, en su sano juicio, pueda soportar esa soledad, el peligro de morir diariamente y todavía darse el lujo de tener la casa reluciente.
  • ¡Y ya! Me cansé y de todos modos no llego a nada ni digo nada que no sepan ya. He perdido mi tiempo horriblemente. ¡Buaaaaa!
No soy fan del reggae, ni de Bob Marley, pero creo que esta canción es linda, aparte la ponen cuando este señor está bañando a su perrito:



Terminaré diciendo que hoy no ha sido un buen día, que este post es pura terapia, que hace frío mucho frío, tanto afuera como adentro.

26 de diciembre de 2008

Yingon bels, yingon bels, yingon-ol-de-wei



Soy bien hereje, me reí durante el rezo de Navidá. No pude evitarlo, hablaban de la concepción, de que María era virgen, y nomás no lo pude evitar: volteé a ver la cara de mi hermana y comencé a carcajearme. ¿Por qué? No lo sé, de verdad no quería, pero pasó.

A mi sí me gusta la Navidá. Es la única oportunidad de ver a toda la gente, que realmente quiero, junta. Me gusta porque comemos rico, porque todos juntos preparamos cosas, y ponemos la mesa y la quitamos y lavamos trastes, y echamos alcoholes. Me gusta porque platicamos y nos reímos. También me gustan los regalos. No soy una ñoña ridícula, pero más que recibirlos, me gusta ver las caras de quienes reciben lo que les traje. No lo sé, me gusta esa incertidumbre, ese suspenso, y por lo general veo caras felices, no sé si todos son buenos actores o de verdad les gusta el regalo. Lo que sí sé, es que a todos parece que les gustó lo que les dí y eso que ora sí me agarraron las carreras y los compré muy rápido, no sin pensar, pero sí muy rápido.

Este año decidí dejar a un lado la ñoña práctica que tenía de mandar mensajes con lindos deseos navideños a todos mis conocidos. Este año dije que, quien de verdad se acordara de mi, me escribiría y quien no, pues no. Decidí no forzar a la gente a escribirme algo que no sentía, al fin ya había, según yo, felicitado y abrazado a la gente necesaria. Decidí aventar mi teléfono en un rincón y no hacerle caso, la mera verdad no pensé recibir ni un mensajito. Pero no fue así, recibí la honrosa cantidad de cuatro, sí cuatro mensajes con lindos deseos, dos de Cancún, uno de Culiacán y uno más de un Grinch. Me dió gusto. Pero de todos modos seguiré con mi práctica anti-navideña-novoañesca y no le escribiré a nadie. ¿Pa qué? He perdido espíritu, he perdido mi horrenda manía de andar desperdigando amor vía mensajes de texto. Ya no me importa más.

Y así siguen pasando estos días fríos. Dedicaré mi tiempo a arreglar mi casa, a ver tele, a ver películas, a tejer y tejer como araña y a ver qué otras cosas salen al paso. No tengo ganas de salir, no quiero hacer nada en realidad, pero me choca sentarme a perder el tiempo y luego me arrepiento de no haber hecho nada. Esta vez sí tengo que hacer algo, aunque sea ordenar un poco este chiquero.

¡Merry Crismas an a Jappi Niu Yir a todos!

21 de diciembre de 2008

El Día que Los Olvidados Detuvieron la Tierra

En algún momento de mi vida quise dedicarme al cine. No sucedió así. Algún día contaré detalles. Ahora, lo que me interesa es ver cine, ver y ver y ver. Veo películas prestadas, las que pasan en la tele, a veces voy a cine, y así, veo y veo y veo. Últimamente no me ha ido muy bien con eso, porque no siempre tengo tiempo de sentarme por horas a ver una película. Pero hoy me desquité. Ví dos películas nuevas para mí: The Day Earth Stood Still y Los Olvidados. Definitivamente muy diferentes la una de la otra, y esto no es una comparación de ellas, es sólo comentario separado de ambas.

The Day Earth Stood Still la ví en el cine, en pantalla IMAX. Como siempre, todo pasa en Nueva York que es la capital del mundo del desastre, el apocalípsis y demás eventos catastróficos. Esta vez, no sé porqué, no sacaron a la estatua de la libertad desmoronándose. Ví a Keanu Reeves en su mismo papel de siempre: tieso, acartonado y con su manera cortante de hablar. No puedo decir que no me gustó, aunque pasa lo mismo de siempre y a veces me parece que estoy viendo pedazos de otras películas apocalípticas, pero hubo momentos que creo valieron la pena. Me hubiera gustado que el mundo terminara ahí, que exterminaran al ser humano y adiós. Eso de que las crisis generan cambios me parece muy dudoso y no creo que el extraterrestre se pudiera haber convencido de dejarnos seguir viviendo en este mundo con un pequeño gesto de cariño. Honestamente, de haber sido yo el ente alienígena, destruiría a la tierra sin chistar. Pero bueno, la cosa es transmitir esperanza e ideas de cambio en el mundo. ¡Ja, no lo creo! De las cosas que sí me latieron fueron los bichillos esos que parecían sarna metálica y empezaban a carcomer todo, también me gustó la idea de llevarse seres de todas las especies como arca de Noé. ¡Y ya! Por lo demás, creo que cumple con su cometido de entretenimiento, pero insisto, debieron haber destruido la tierra. ¡Qué más da!

Ahora, en mi afán de hacerme de una videoteca más o menos decente, busco por lo general películas que valga la pena tener. Hoy, saliendo de ver al sr. Reeves, me dirigí a la tienda de discos y encontré Los Olvidados por 66 pesos. ¡Pobre Buñuel! Debe estarse revolcando en su tumba porque su obra está siendo malbaratada. En cambio, yo aprovecho esas ofertas para hacer mi videoteca más grande e interesante. Bueno, al fin ví Los Olvidados. Me dejó sin palabras. Sólo me di cuenta que es en verdad cruda, y que las cosas fueron, son y seguiran siendo iguales. Desesperanzadora, triste y cruel. El final crudo y deprimente me gustó. Luego vi el final alterno: qué mal que obligaron a Buñuel a hacerlo, pero qué bien que no quedó en el corte final. Es dulce, esperanzador y destruye el resto del carácter de la película. Hasta la música es ñoña y melosa, como de una película de comedia. No quiero decir más, sería arruinarla y no quiero eso. Me gustó, no sólo por ser de Buñuel, no sólo por la foto de Figueroa, sino por su contenido y su retrato de la crudeza, por lo que me hizo sentir y como, aún siendo tan antigua, sigue siendo vigente.



Espero pronto volver a visitar ese lugar donde malbaratan buenas películas y hacerme de otras más.

11 de diciembre de 2008

DIY (do-it-yourself) o cómo me hice de aliados

Odio, detesto los cilindros de gas. Los odio por las siguientes razones:
1. No los puedo pedir por teléfono y debo esperar a que se les dé la gana pasar a los repartidores.
2. Siempre tienen una fuga o desperfecto que me crean crisis, si, crisis de las feas.

Contaré lo sucedido el día de hoy:

Me quedé sin gas, y pensé en dos opciones: uno, esperar pacientemente a que pasara el camión; dos, mejor no bañarme y ya, al fin que siempre está la alternativa del baño vaquero. Opté por la primera, y esperé y esperé, al fin oí la alarmita horrenda ésa que traen los camiones y salí corriendo, porque siempre pasan hechos un rayo y hay que corretearlos por toda la calle para que se dignen a darle uno el servicio. ¡Och, los odio!

Sucede entonces que viene el muchachito repartidor a instalarme el tanque, y yo, como toda una paranoica, checo que no tenga ninguna fuga antes de que se vaya el individuo. Esta vez, como casi siempre, hay fuga. Me pide que haga jabonadura, y sí, confirmo: hay fuga. El tipo me dice que es de mi tubo, no del tanque, así que toma su tanque vacío y se larga. Correteo detrás de él y le pregunto: "Oiga ¿y cómo le hago para que ya no se salga?" "Ah, pues use jabón de pasta y tape la fuga con eso." Y pues muchas gracias, hasta luego, y se largó. Y yo me quedé, con la angustia y la paranoia de que mi casa fuera a explotar en cualquier segundo. ¡Och, odio esa sensación! Hasta la cabeza me empezó a doler de la angustia.

Yo seguía echando jabonadura, supongo que con la muy remota esperanza de que dejaran de salir burbujas, pero no fue así.

Burbujas, burbujas, burbujas y no me hacen cosquillitas en el corazón.


Salí a la tienda por el famoso jabón de pasta. Compré un zote y lo partí en cachitos sobre mi tabla de picar con un cuchillo de cocina.


El inútil jabón Zote, mi tabla de picar y mi cuchillo doméstico.


Lo amasé y amasé, le eché tantita agua para suavizarlo porque estaba bien reseco. Al fin me salí a sellar el tanque con jabón. Qué bonito se veía, pero salía más gas y yo me sentía más angustiada.


Tanque sellado con el inútil jabón Zote.


Fui por unos palillos y saqué el jabón de todos los recovecos (¿así se escribe?), bueno. Al fin me decidí a hablarle al experto en estas cosas: mi papá. Y le dije que por favor no saliera corriendo a salvarme como siempre, esta vez, quería hacerlo sola. Y sí, de hecho, él de tantas llamadas que le hago y tantas veces que ha venido corriendo a salvarme, optó por regalarme unos aliados para esas penosas circunstancias: una cinta teflón, una llave Stillson (o como se escriba) y un perico. Me dijo que lo hiciera yo misma. ¿Yo? Tan débil, tan enclenque, tan nena...


Mis aliados. ¡Qué lindos!


Puse manos a la obra. Ay, con tanta angustia, pensando lo peor. Pero un milagro sucedió, logre vencer mi temor al gas, las explosiones, las fugas y lo logré. Desconecté el tubo, lo limpié, puse cinta teflón y lo volví a conectar. No dejó de tener fuga, pero al menos las burbujas no eran tan grandes y decidí dejarlo así. Si para la semana que entra, todavía pongo un post, es que mi trabajo fue bueno. Si no, pues imaginen lo peor.

Sí, soy una azotada ¿pero qué le voy a hacer?

28 de noviembre de 2008

Ocho años han pasado ya...

Imaginemos que es ayer:

Hoy hace 8 años me sentía muy nerviosa y ansiosa por el evento que estaba por suceder. Fue cuando la conocí: hermosa, pequeña, bella, con grandes ojos grises.

Ella, la persona a quien dedico este post, ha sido durante estos tan cortos 8 años, uno de mis motivos de seguir y de caminar. Me ha enseñado muchas cosas. Con ella he aprendido a compartir, a ser. A ella dedico mis noches y mis días. Me hace feliz y también me hace rabiar.

Ella es tan divertida. Nos gustan casi las mismas cosas: Mafalda, los gatos, los perros, las caminatas, correr en los pasillos del súper dando vueltas "picudas", 31 minutos, llorar con las películas, tejer, hacer pasteles, leer cuentos, comer "quecos", maquillarnos, ver televisión, nadar, Moby y un sinfín de actividades que hacemos juntas.

También hemos peleado, por cosas simples y complejas, hemos llorado juntas y nos soportamos nuestros malos humores.

Hace ocho años no tenía idea de lo que iba a pasar. Todavía la incertidumbre me angustia, apenas son 8 años, que han sido maravillosos, pero todavía nos falta mucho qué hacer. Espero siempre estemos juntas, espero saber tomar las decisiones correctas, espero nunca equivocarme con ella.

25 de noviembre de 2008

Remedios caseros para la cruda moral

1. Lavar a mano, y mejor que sean calzones porque hay que tallar más recio.
2. Lavar los trastes.
3. Leer forwards bobos y sin gracia.
4. Enviar mensajitos vía jaifaiv o feisbuc.
5. Limpiar la caja de arena del gato.
6. Pensar que mi vecino de atrás es guapo porque tiene linda voz.
7. Acomodar ropa.
8. Ver películas que jamás vería, como una de unos tipos que se visten de rubias. (¿Alguien sabe cómo se llama esa peli fea?)
9. Echar pestes porque al vecino de junto se le ocurre escuchar metal a todo volumen a las 10 de la noche.
10. Fantasear que le parto la madre a cualquiera que se interponga en mi camino. Tengo 3 modelos perfectos, a las que yo llamo: Mis Chicas Superpoderosas. Algún día seré así de chingona como ellas.


Ellen Ripley

The Bride


Leia Organa

Si alguien tiene alguna otra brillante idea de cómo superar
la cruda moral
, haga su sugerencia.

23 de noviembre de 2008

MECANISMOS DE DEFENSA

Este parecía ser un buen fin de semana. Pero terminó mal. Mi psique patológicamente retorcida me jugó una mala broma. Tengo cruda moral. Me siento mal, muy mal. Mi autoestima está a la baja, y cae y cae aún más. Ya no soy más yo, o tal vez esto sea en realidad lo que soy yo. Cometo tonterías, casi estando consciente de ello y luego... y luego me doy de topes, y trato de resolverlas lo mejor que puedo. Es como una pared de azulejos, blanca, perfecta, salpicada de cochambre, y yo tratando de limpiarla y dejarla inmaculada una vez más. Quiero salir librada. Claro, a veces el cochambre es difícil de quitar, y queda ahí. Quisiera que mis ataques de impulsividad y mi terrenalidad se vieran frenados, o tal vez, salieran de otra manera. Debo encontrar otros mecanismos de defensa contra mi autoboicoteo. Soy especialista en autoboicoteo, y aún no he aprendido nada. Soy una adolescente inmadura en muchos sentidos. Más bien no sé en qué consista eso de la madurez, tal vez sea sólo un invento o una postura o un estado ideal al que nadie jamás ha logrado llegar, pero todos pretendemos alcanzar. Madurez. Me siento tonta hablando de madurez, como pretendiendo ser madura al hablar del tema. ¡Ja! Hoy estoy enojada conmigo, y no debería. Hoy debería estar tranquila y feliz. Tengo mil cosas dándome vueltas en la cabeza. Otra vez, dormí con los dientes apretados, otra vez mi salud mental está tambaleante y me siento intranquila. Ya lo traté de resolver, no sé cual será el siguiente paso. Pero hoy, hoy me comporté diferente, hoy estaba tan preocupada, asustada y enojada, que no hablé. Hoy, como nunca, me quedé callada. Hoy sólo escribo, porque no tengo manera de echar esto que ya me está mareando. No es el simple hecho de lo que sucedió, sino el darme cuenta que, a pesar de todo lo que he vivido, no he aprendido nada en absoluto.

¿Qué se supone que debe uno hacer ante la cruda moral?

Sólo me queda dedicarme a lo que sé hacer y lo que debo hacer. Esperar lo mejor, y si no sucede, pues tal vez ahora sí, aprenda algo. ¡Chale!

16 de noviembre de 2008

What really matters...

Hoy fue un día feliz. Ví a toda esa gente que quiero y que me importa. Me deshice de mi primitivo terror de salir lejos, al exterior, solas la bella Bleu y yo. Visité a una de las mujeres a las que más admiro y que me ha enseñado miles y miles de cosas. Adquirí lindos libros para leerle a la bella Bleu. Visité la que pronto no será más la casa de la fairest creature.

Hoy, aún con la angustia latente, me dí cuenta de las cosas que en realidad importan, de la gente que está alrededor, de mis miedos absurdos. Hoy soy feliz y no. Hoy sé y espero no olvidar lo que aprendí.

6 de noviembre de 2008

MALA, MALÍSIMA VIBRA

Esta ha sido una de esas semanas en las que el mundo no avanza para donde yo quiero. Pensamiento algo egoísta, pero he trabajado como un burro y me he estresado demasiado y los resultados no concuerdan con el esfuerzo.

Por motivos laborales y demás, peleé con la que es mi mejor amiga en la chamba: la odié, me odió, me odié y durante varios días me quedé sin amiga. Ahora las cosas han mejorado, me dijo mis verdades, y me hizo darme cuenta, otra vez de lo miserable que fui con ella.

He tenido exceso de trabajo y carezco de cualquier habilidad organizacional, o sea, todo está de cabeza y no sé nunca por dónde empezar. Por ejemplo, ahorita debería estar buscando información y haciendo cosas para mi trabajo, y heme aquí, derramando improperios al mundo.

Esta vez, confieso, el mundo no tiene la culpa. Estoy sumergida en un mar de ocupaciones y preocupaciones, me he vuelto insoportable: ladro, gruño, grito, me irrito a la menor provocación. El mundo sólo me responde de igual manera. Traigo una vibra horrenda, y todos la perciben, aún sin conocerme, aún sólo cruzando un par de palabras conmigo. Siento mi malavibra en los demás y me aterra y me enoja aún más. Mi estómago está a punto de estallar de coraje: digo cosas sin pensar, me contradigo todo el tiempo.

¿Alguien quiere ir a ver "Burn After Reading" conmigo? ¡Ja!

1 de noviembre de 2008

Lo prometido es deuda... ¡CALAVERITAS!






Voilá! Las calaveritas que se fabrican en mi ranchería, como lo prometí. Hoy me lancé a la Feria del Alfeñique. Ay, había tantas cosas que fotografiar. Desafortunadamente, como fotógrafa amateur principiante, el resultado es algo torpe y naîve. Pero güeno, helas aquí. Un breve tour por los puestos de la feria.

29 de octubre de 2008

Japi Jalogüin! o Feliz Día de Muertos, de Brujas, y demás cosas de ultratumba.


En estos últimos días mi mundo ha estado invadido por imágenes de jalogüin y de día de muertos de toda especie: empezando por un gato negro que vive conmigo, calabazas, calaveritas de azúcar, brujas (aparte de las del día a día), murciélagos, flores de cempazúchitl, papel picado, telarañas, etc., etc.

Yo no tengo ninguna inclinación por una u otra celebración, ambas me parecen igual de significativas y siempre me ha dado harta emoción esta víspera. Aparte, ambas celebraciones son parte de la misma cosa, y vienen del mismo lugar, sólo que ya cada región y cultura les ha puesto su toque distintivo. Así que ¿qué más dá? Puedo salir a pedir jalogüin y poner mi ofrenda. (Claro que por'ai dicen que no se puede quedar bien con dios y con el diablo ¿será?) Bueno, a mi eso no me importa y celebraré ambas cosas con la emoción que siempre me han causado.

Ahora, en el lugar donde laboro, a ambas celebraciones se les dá igual importancia, y se festeja echando la casa por la ventana. Es por eso que esta semana me he ocupado en hacer una hermosísima "Casa de los Sustos" y ensayando para una obra de "Los Locos Adams". A mi me toca representar a Merlina Addams, y va perfecto con mi personalidad agria y sin chiste. Ah, y por cierto, ahora que me puse a buscar imágenes de la tal Merlina, resulta que en inglés la muchachita esta se llama Wednesday Addams (¿será algo así como Fraidey de Robinson Crusoe?), no sé cual sea la génesis del nombre de la niñita esta, pero me causó gracia. También me acordé que lleva una muñeca sin cabeza, María Antonieta, y descubrí que su mamá, Morticia Addams, en su niñez, también tenía una muñeca decapitada de nombre Ana Bolena. Todo esto me causó mucha gracia boba y simplona, y me trajo dos recuerdos de mi infancia:
  • cuando decapité a la muñeca de mi hermana en mi intención de peinarla
  • cuando veía "Los Locos Addams" y me parecían geniales (todavía los veo y no he cambiado de opinión)
Dicho esto, sólo me queda desearles a los lectores, vivos o muertos, brujas, vampiros o diablos, un muy feliz, apresurado y muy adelantado:

HALLOWMAS

*Pronto: (eso espero) llenaré este blog de bonitas imágenes de calaveritas de alfeñique que cada año se hacen en esta ranchería.

En francés también suena bien esta rolita de Monsieur Danny Elfman. Ecoutez!

26 de octubre de 2008

Suceso intrascendente pero... feliz


Nunca supe tu nombre, ni qué te gustaba. Gracias por no haberte sentido kamikaze, por no haber saltado hacia mi patio.

Quiero que estés bien, que haya alguien que te cuide, te dé techo y comida, te llame por tu nombre, juegue contigo y te abrace. Alguien que vea la tele acostado en tu panza, y nunca nunca te abandone.

¿Qué será de ti? ¿Estarás bien? ¿Por qué te fuiste? No te extraño pero gustaría saber que estás bien. Espero nunca regreses a este horrendo lugar. Me siento tranquila porque ya no estás. Fueron dos meses de terror que se me hicieron eternos. Fueron dos meses en los que te vi sufrir frío, hambre y abandono.

Sólo espero que estés bien.

Tal vez sólo estaba soñando...

Llegas al recinto, y buscas tu lugar. Estás a dos personas de distancia de mi. Saludas a todos, pero no a mi. ¿Qué no nos conocíamos?

Recuerdo que me hablabas, y yo te escuchaba. Me buscabas y yo te esperaba. Éramos una sola unidad, siempre juntos, siempre juntos. Escuché tu risa, tus cantos, tus pestes, tus penas, tus frustraciones, tu historia y tu llanto. Comimos helado, tomamos café y cerveza. Conocí tu mundo y me involucré en él. Nadie concebía al uno sin el otro. Escuchamos música, a veces la tuya y otras, la mia. Compartimos tareas. Nos desvelamos juntos. Te enfermabas, y yo te cuidaba. Platicábamos horas, y la conversación nunca terminaba. Lloré y me consolaste. Yo reía y tú también. Me criticabas y yo también a ti.

Ya no me duele verte. Ya no siento las ganas de correr en dirección contraria, pero tampoco siento ganas de correr hacia ti. Sólo me pregunto: ¿habrá sido sólo mi imaginación? Los días han pasado y siento la lejanía del tiempo y del espacio. A veces parece que fue hace apenas unas horas. Es tan extraño estar en el mismo lugar, y no compartir nada, ni la mirada.
Me pregunto: ¿todavía te persiguen? ¿todavía te enfureces? ¿todavía cantas?

Todo lo que supe de ti, se ha borrado. Eres un extraño. Ya no te sueño, ya no pienso en ti, en nosotros, en envejecer juntos. Me da risa, cómo la gente se abandona y se olvida. Cómo todo lo que fue alguna vez, el tiempo y el agua lo han borrado. No hay nada. Absolutamente nada.

No deja de causarme curiosidad, cómo la gente olvida. Ví "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", y me alegra que así tan fácil, las cosas se borren y podamos empezar de nuevo ¿será?

Ya no me acuerdo.

22 de octubre de 2008

Comentarios sobre el post anterior... y promesa por cumplir

En realidad, el post anterior, es muy personal, y tal vez nadie tenga la paciencia de descifrar su significado, no importa. De todos modos está lleno de improperios y pestes absurdas. Pero creo que es por eso que saqué este blog, para escribir todas mis penas y mis tarugadas. Al fin, casi nadie lee lo que escribo, es casi como una libretita guardada en un cajón (no me estoy tirando para que me levanten, y digo esto sin intención de ofender a los lectores cotidianos ¿eh?).

Algún día -va la promesa- escribiré un post lleno de alegría y felicidad que contagiará al mundo entero, pero mientras tanto, los lectores tendrán que fumarse todos los ajos y cebollas que escupo hacia la humanidad.

Si hay algunas cosas que me hacen feliz, por ejemplo:
  • leer cuentos a mi bella Bleu
  • apapachar a mi gato
  • echarme un cafecito de sobremesa en familia
  • comer y comer de todo
  • salir a echar unas chelas con gente con la que pueda platicar
  • la música
  • las películas (aunque no tenga tiempo de verlas)
  • aprender cosas nuevas
  • echar chisme en el trabajo
  • hacer pasteles con la bella Bleu
  • Octubre
  • las películas chafas de terror (me hacen reír mucho)
  • mi trabajo (aunque a veces me estresa mucho también)
y así podría ennumerar hartas y hartas cosas que me hacen feliz, pero por ahí hay varios huequitos de cosas que no han sucedido, que logran que me sienta confundida, frustrada, amargada y preocupada. ¿Qué puedo hacer al respecto? Nada. Sólo echar madres, y qué mejor que públicamente, así en la vida cotidiana, puedo seguir siendo la persona pacífica y calmada que siempre he sido. Pero imaginariamente podré seguir golpeando y pateando gente en la tranquilidad de mi blog. ¡Aaaaahhhhh!

¿Éuq solbaid?

Núges oy a satse sarutla ed im adiv, aírebed emritnes etnemlatnemitnes elbatse, orep on se ísa. Eh odasap rop nu ogral odoírep ed dadelos. Aroha oicerpa sám a sim sogima y ailimaf, orep a secev ecah atlaf anu ajerap. On és ednód al érartnocne, on ognet opmeit in arap im. Ocopmat ognet al aicneicap ed ratnauga sadagurat. Olós oreiuq aíñapmoc. Neiugla euq on aglas noc sadajednep ed solec, sutirípse sorerracohc, atlaf ed opmeit, somalcer sodipútse, cte.

Ay em ésnac ed ratse alos, orep ecerap euq se rojem otse euq sal saíretnot euq yah euq ratropos rop nu ocop ed aíñapmoc.

¿Éuq solbaid?

Ay rojem em ocided a sim sasoc ne ragul ed redrep le opmeit ne senoicatnemal selitúni.

Orep erpmeis se oef ratpeca etnemacilbúp euq átse onu olos, neib olos, nis racovorp sadarim ed amitsál !elahc¡

11 de octubre de 2008

Quisiera

Esta semana y las anteriores han sido agotadoras. Apenas he tenido tiempo de respirar. Me he tenido que levantar temprano de lunes a domingo, mi jornada termina a medio día pero luego comienzo otra. He tenido trabajo extra en casa. El fin de semana pasado lo dediqué a trabajar. No salí, no platiqué, no ví películas, nada. Sólo me he dedicado a trabajar. Se me juntaron todos los trastes en la tarja y hasta empecé a usar desechables. El arenero del gato estaba horriblemente sucio, todo el piso tenía polvo y pelos de gato. El refri estaba completamente vacío, ni la cebolla vieja de rigor estuvo presente. El patio sucio, lleno de tierra acarreada por las lluvias. Los muebles llenos de polvo. La cama sin tender. Los zapatos tirados por aquí y por allá. La ropa aventada por todos lados, revuelta sucia con limpia. Vasos y tazas por todos lados. Una invasión de papeles y documentos de todo tipo sobre la mesa del comedor, el escritorio, la computadora, abajo de la cama, en el tocador, las sillas, etc.

Poco a poco el caos se ha ido arreglando. La casa ya está limpia. El refri al fin tiene comida, pero aún no acomodo todos los productos, que me suplican desde sus bolsas de súper que los ponga en su lugar. He hecho más tiradero de papeles. Espero algún día mi casa pueda verse ordenada y sin pelos de gato.

He pospuesto mil cosas, tengo pendientes:
  • visitar la H. Sría. de Hacienda y Crédito Público
  • un corte de cabello (ya tengo un zacate imposible de peinar)
  • despintarme las uñas (tengo un mes queriendo hacerlo)
  • cambiar la cortina del baño
  • ver Fanny y Alexander (hace más de un año la compré)
  • llevar a lavar mis cobertores (llevan meses en bolsas listos para ir a la lavandería)
  • pagar el cable
  • escombrar el refrigerador (que tiene todo aventado dentro)
  • vacunar al gato
  • ir al banco
  • etc.
  • etc.
  • etc.
Quisiera que se me fuera este dolor de cabeza que traigo desde el jueves. Quisiera poder dormir sin apretar los dientes. Quisiera ir al cine o rentar una película. Quiero ver una película de terror, pero no quiero verla sola. Quisiera ponerme a dibujar y pintar. Quisiera llorar y llorar sin pudor sin sentirme tonta o que estoy perdiendo el tiempo. Quisiera tener la energía para salir. Quisiera poder ir a ver una obra o un museo. Quisiera tomar un taller, de lo que sea. Quisiera aprender algo nuevo. Quisiera tener tiempo para leer y leer. Quisiera no emocionarme con el egosurfing. Quisiera platicar horas y horas. Quisiera arreglar mi casa. Quisiera tantas y tantas cosas. Sólo sé que me duele la cabeza y que el Tylenol ya no está ayudando. Sólo sé que odio verme así: cansada, aburrida, torpe, sin energía.

Hoy tengo ganas de hacer todo pero no me da la gana hacer nada. Creo que me estoy volviendo una viejecilla amargada.

28 de septiembre de 2008

¡¡¡taxiiiiii!!!

Frecuentemente soy usuaria de este servicio de transporte. Y me he dado cuenta que los taxistas lo usan a uno de psicoterapeuta. Sólo es necesario hacer una breve pregunta sobre el clima, o lo que sea, y esto detona una serie de historias y anécdotas que jamás me hubiera imaginado.

Me han contado dónde se venden sustancias ilícitas, he sabido dónde se llevan a cabo orgías y pachangas de gran magnitud (uno siempre debe tener esa información), platican de política, del medio ambiente, del tráfico, también me han platicado de su vida en el Gabacho, he platicado con taxistas que son biólogos o químicos o maestros, me cuentan de sus hijos, unos con gran orgullo y otros con gran pesar. Hubo una vez una historia escalofriante sobre un crímen pasional, donde el amigo del taxista mató a su señora y al amante con un cuchillo de cocina, la mera verdad, me asusté mucho, y ya me quería bajar, pero no pasó nada y llegué a mi destino sin novedad. Hubo uno también que escuchó el tono de mi teléfono de la Marcha Imperial, y se puso a platicar de Star Wars, bien emocionado, tanto que me ofreció pasarme un tono mejor vía infrarrojo. Lo malo es que mi cel tenía la batería baja. La mejor historia que he escuchado fue la de un taxista que alguna vez fue luchador. Ya jamás me enteré porqué dejó eso de la lucha libre, había llegado ya a mi destino...

He hecho corajes con varios taxistas unos porque no tienen cambio, uno una vez me bajó del taxi porque me pareció muy caro el precio, era un viejillo enojón y me dejó abandonada ahí, a media calle. En otra ocasión ya un taxista me llevaba por otro lado ¡el muy zonzo! También me puede enojar que el taxi huela mal. ¡NO LO SOPORTO! Unos huelen a fruta podrida, otros a mercado, otros a que el taxista así como se levantó, se subió al vehículo, y ya se imaginarán: olor a cama y cabello grasiento. Termino abriendo la ventana y sacando la cabeza como perro. Una vez me grité con un taxista ratero. Qué coraje hice. Me quería cobrar muchísimo por una distancia relativamente corta. También me ha pasado que a veces, cuando hace frío, ponen la calefacción y es un horno. Mientras que otros, que no sufren de frío, tienen todas las ventanas abiertas y entra el aire helado. Algunos hablan por teléfono, o usan su radio para andar albureando a sus compañeros con sus claves esas numéricas, que finalmente uno termina entendiendo.

Otra de las curiosidades, por así decirle, es el decorado. Hay de todo: zapatitos, vírgenes, patas de conejo, de cabra, lazos, peluchito, tapetes en los asientos, playeras, balones, rosarios, espejos, lucecitas, diamantina. Y hay quienes decoran de acuerdo a la temporada: 16 de septiembre, Navidad, Muertos, etc. También la selección musical es genial: están a los que les gusta la banda, otros lo tropical, hay algunos nostálgicos que escuchan estaciones con canciones bien viejitas, hay metaleros y poperos también. Pero lo más popular es la banda y esas cosas que desconozco, pero me he aprendido varias tonaditas.

La última buena experiencia que tuve, fue con un taxista que no traía cambio. Y me dijo: "Así déjelo. Hagamos de cuenta que le di un "ride"". Yo me sentía muy apenada y me negaba a que me diera el servicio gratis. Pero lo último que dijo fue: "Dios es bueno con todos. Así déjelo, de veras." Entonces le agradecí y me salí. Qué tipazo.

Y así, seguiré recolectando historias de taxistas a mi vasta colección.

24 de septiembre de 2008

Un elefante se columpiaba...


Hoy me quedé sin palabras, sin aliento. Me sentí impotente y me puse a buscar la información.

Hoy vi lo absolutamente crueles, egoístas y despiadados que podemos ser. Hoy, como muchas veces, me di cuenta que esta extinción, esta decadencia tienen un porqué. Ya nos lo acabamos y como todo lo que acaba, debe renovarse. Este mundo pronto nos sorprenderá con una gran catástrofe que nos haga desaparecer a todos para siempre. Y dará paso a una renovación a un renacimiento, que bastante falta le hace a este pobre planeta. Esto es el fin. Y mientras intentamos sobrevivir, lo vemos venir.

Durante la mañana me enteré:

Un elefante hembra de nombre Indra fue atropellada en la carretera. La pobre estaba harta y escapó del circo donde la tenían trabajando. Quiso cruzar la calle y ahí encontró su fin. Una señal de que el mundo está por decaer y finalizar. ¿Qué tenía que hacer ese pobre animal, lejos de sus tierras, corriendo entre edificios y tratando de escapar? ¿A dónde? Vi la foto. Qué mal me sentí. Aún dudo si debo publicarla o no. No sería justo publicar el cadáver de un elefante. Que en paz descanse. Fin de su sufrimiento, un elefante menos, la cuenta regresiva continúa...

Al seguir buscando encontré una serie de noticias igual de descorazonadoras:
  • 6 elefantes que murieron electrocutados en la India, por estar en estado de ebriedad
  • la ejecución de un elefante "criminal" en Estados Unidos en 1916 (la foto es deprimente, el elefante elevado con una grúa, en su enorme horca)
  • un elefante que se recupera de la adicción a la heroína en China
  • un elefante que pisó una mina antipersonas y perdió su pierna, ahora trae prótesis
  • un par de elefantes, macho y hembra, escaparon del circo donde trabajaban
  • una serie de fotos de elefantes jóvenes siendo torturados para separarlos de sus madres
Y así los elefantes se siguen columpiando sobre la tela de la araña...

23 de septiembre de 2008

ADICCIONES

¿Qué pasa con la gente? ¿Qué no podemos vivir sin adicciones?

Yo soy un caso perdido, he caído en las garras de algunas de estas adicciones que finalmente me llevan a la frustración o a la depresión.

1. Tabaco: nunca pensé que fumaría. La primera vez que lo hice tenía yo como 9 años y me pareció asqueroso. Ay, nuncá comprenderé como caí aquí. Ahora llevo más de 10 años matando mis neuronas y calmando mis nervios con mis infalibles Marlboro rojos. Aunque he probado de muchos: Benson & Hedges dorados y mentolados, Broadway, Boots y hasta Alitas (¡que son la neta!). Algunas veces lo quiero dejar, pero mi cuerpo ya no lo permite. Me corroe la ansiedad.

2. Televisión: Qué placer es cambiar canales, ver películas de todo tipo y programas que no llevan a nada. Qué divertido es abstraerse del mundo viendo como otras personas se lo pasan de lo lindo o tienen aventuras que jamás soñaría tener. Jamás tendré 5 fieles amigos en un departamento en Nueva York, jamás iré de cacería con mi hermana a matar monstruos y espíritus chocarreros, nunca utilizaré la luz ultravioleta para encontrar rastros imperceptibles de sangre y demás fluidos corporales, y nunca nunca caeré en una isla misteriosa con otros mensos como yo con los que siempre he estado conectada de alguna extraña manera, nunca salvaré vidas en una sala de emergencias, y supongo que tampoco nunca tendré sueños premonitorios para resolver crímenes, nunca podré ser amarilla. No, nada de eso. Yo sólo cambio los canales y ellos hacen todo por mi. ¡Qué bonito!

3. Internet: Increíble tener una puerta al mundo exterior encerrada entre cuatro paredes. Realmente increíble. Tener acceso a todo tipo de información. Aaaah, qué bonito es cosechar amistades a través del jaifai y el feisbuc. Qué satisfactorio tener conversaciones a larga o corta distancia a través de una pantallita. Me fascina la facilidad de hacer amistades, de convertirse en lo que uno no es, en aparentar ¡qué dicha!

4. Trabajo: Llegar temprano, esforzarse, poner cara de felicidad todo el tiempo aunque verdaderamente te esté llevando pifas. Llevarse trabajo a casa, desvelarse horas por completar las tareas. Dedicar las tardes a hermosas actividades laborales, perderse de salidas y llamadas telefónicas. Es algo muy productivo. Me llena de satisfacción poder terminar mi trabajo y poner todo mi esfuerzo para obtener unos centavos. ¡Aaaah, qué felicidad es dedicar un fin de semana entero al trabajo, sin salir, sin convivir con el mundo exterior!

Y así, adicciones van, adicciones vienen. Bueno, en realidad nunca se van, sólo incrementan en número o en gravedad.

¿Qué haría yo sin ellas?


El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra. A ver...

Peticiones temporales

Heath Ledger murió en Inglaterra. (mmmm, no lo sabía)
Y
El kiwi se ha extinguido

¿Informes?
La Cabeza de Berlioz

10 de septiembre de 2008

So...


blue overwhelming perfect immense incredible bright quiet expectant alive amazing impressing solid confusing beautiful gorgeous fascinating magnificent reminiscent touching mysterious miraculous great unique extraordinary strange enormous minute eternal ephemeral important melodic invisible hospitable moving wondrous strong inspirational primitive still irrational uneven overcrowded spoilt gore illogical selfish terrible poisoned incomprehensible infuriating lost nigthmarish mistaken extinct ordinate vulgar carcinogenic blurry fed up civilized rapacious sickening envious

So blue, so blue and lonely...

4 de septiembre de 2008

Bloody Age

200 metros libres
150 metros de brazada de pecho
150 metros de flecha con patada de pecho
150 metros de patada de pecho en posición de dorso
150 metros de pecho
150 metros libres finales

Resultado: 950 metros recorridos sin descanso, 60 minutos de interminable tortura, dificultad para respirar, dolor muscular, el ego lastimado (hubo quienes salieron frescos como una lechuga), un hambre atroz, unas infinitas ganas de dejar de fumar -claro que esa intención terminó una hora después.
Claaaaaro, como ya no tengo 15 años...

Bloody ageing!

Sólo regreso por sentir el visible efecto de las endorfinas. Aaaaahhhh!!! Tan necesarias!

25 de agosto de 2008

Pa no andar golpeando gente...

Empiezo este post con una pregunta para los lectores poseedores de un blog:

¿Para qué diablos tienen un blog?

Ahora que estaba llevando a cabo mi sagradisisísimo quehacer, me hice esa pregunta ¿para qué? En mi caso, aún no llego a una respuesta adecuada, como dice el título: pa no andar golpeando gente. Si, tal vez, esa sea mi situación privada, personal, individual, mía. A ver ¿por qué la gente no mejor se agarra una libretita y escribe todas estas cosas? Yo no lo sé. Sólo creo que alguien que escribe en un sitio accesible a tanto público, quiere ser leído. ¿Yo quiero ser leída? Mmmm, aún no lo sé. Supongo que sí, si no no estaría escribiendo tanta tarugada en este espacio y supongo que tampoco estaría pensando qué carajos escribir para quién sabe quién.
Yo lo uso para no andar golpeando gente, y es que en esta semana, he tenido toda la intención de golpear a dos que tres individuos que me han hecho sentirme molesta. Veamos el primer caso, el cual no tiene autor, pero cómo tenía yo ganas de golpear a alguien.

Caso 1. El lugar donde laboro cumple 15 de existencia, y por supuesto, es motivo de alegría y festejo. Para ello, me han pedido que porte una coronita, como las de Miss Universo, nomás que de plástico y en lugar de "Miss" dice "Princess" con unas letras bien grandes en el frente. ¿Yoooo? ¿Princesa? Pues si, comparto un poco la idea de que todas somos princesas, como en la película de Cuarón "La Princesita", pero habemos de princesas a princesas. Yo prefiero mi look de Metepunk Ranch Urban Princess, que el de princesa de cuento, con coronita plateada. Y bueno, mientras portaba yo este bello ornamento en mi cabezota, las palabras de Bart Simpson daban vueltas en mi cabeza:"Debes querernos mucho para caer tan bajo." Y sí, caí muy bajo, en el mundo de princesa de Disney con su coronita y su eterna sonrisa tipo Barbie. No tengo nada contra ellas, pero definitivamente, con mi Ranch look, no puedo soportar verme como quinceañera de pueblo, nomás no. Y he ahí, la primera de las razones por las que quise golpear a alguien esta semana.

Caso 2. Los sábados también laboro, pero en un lugar distinto. Ahora, en este finísimo lugar, tuve a bien encontrarme con uno de los seres más patanes que haya conocido. No es que esté chapada a la antigua, pero creo que cuando alguien necesita ayuda, sea dama o no, esta se le puede ser otorgada y no hay nada que perder en este acto. Es así, como este individuo, no pudo ayudarme a abrir las ventanas, no. Tampoco pudo levantar mi lápiz que cayó cerca de sus pies, no. Y finalmente, aparte de sentirse sabelotodo, lo cual de verdad me irrita, tuvo la descortesía de llamarme así: "¿Oye? psssss, psssss" ¡¡¡como si yo no tuviera un nombre!!! Tuve unas ganas enormes de soltarle un puñetazo en plena cara, pero las palabras de mi madre siempre vienen a mi mente en estas situaciones "La diplomacia ante todo". Y como mencioné anteriormente, yo soy una princesita, y como tal me porté. Me paré frente a él, mientras todos lo miraban, y con voz fuerte, clara y un poquito molesta le dije: "Tengo un nombre ¿sabes?" Y claro, se hizo el silencio incómodo y el patancito ese sólo frunció el ceño. Bueno, que puede uno esperar de gentuza de ese calibre. ¿Cierto?

Caso 3. Hoy, al terminar mi jornada laboral, me dispongo a ir por unos zapatos que necesitaban compostura. Al llegar ahí: no estaban listos. Entonces, me dirijí a un local de bordados, y tampoco había lo que necesitaba. Así que mejor decidí ir a casa después de haber perdido mi tiempo horriblemente, y con muchas ganas de golpear a alguien en el camino.

Caso 4. Cayó una lluvia torrencial. Mi casa, pues no es muy nueva, ni grande, ni bonita. Y además tiene goteras en la sala. Es horrendo. Pero me he acostumbrado, ya que la falta de plata y mi miedo a las alturas, no me han permitido impermeabilizarla. Pero eso no es lo peor, hoy haciendo las labores del hogar, descubrí una nueva gotera justo en mi clóset. Se imaginarán cómo quedó todo empapado y yo sin saber por dónde empezar. Otra vez: que nadie se me ponga enfrente porque lo golpeo.

Y así se me ha ido el fin de semana y este encantador lunes. Y debo irme ya, porque mi escoba y trapeador me están esperando tan fielmente como siempre.

Todo aquel que lea este post, deberá contestar la pregunta formulada al principio de éste.

18 de agosto de 2008

¡¡¡Horror!!! Creo que Dr Jekyll era mujer.

Mi vida, aparte de todas las subidas y bajadas que tiene, además de todas las personas que circulan por ella, ha sido afectada por un ser peludo y negro. Desde su casual aparición en mi existencia, hace poco más de un año, mi vida ha dado un giro de 360º. Me cautivan sus ojos, su inocencia de niñita, sus bigotes largos y negros, sus patas que parecen gomitas y su pelaje negro brillante. Me ha demostrado que, a pesar de todos mis horrendos prejuicios, es un ser al que sí le gusta sentirse querido. Y tal es mi fascinación por ese horrendo bicho, que ahora soy capaz de acercarme a casi cualquier bicho de su especie sin sentirme amenazada por sus largas garras y sus ojos penetrantes. Soy capaz de quedarme en casa para hacerle compañía y hasta la dejo dormir a mi lado. Le he tomado cientos de fotos en cientos de diferentes posiciones, le he fabricado cojines para que se acueste, la baño cada mes aunque me rasguñe, y muchas otras acciones que me hacen una ama entregada y amorosa.
Sucede entonces que, como dicen por'ai "no todo es miel sobre hojuelas" y existen ciertas desventajas de tener a otro ser compartiendo el techo con uno. Esas desventajas, que en realidad, existen en todos los seres vivos, se llaman hormonas.
No sé qué pasa con todo el mundo, pero parece que eso de las hormonas afecta seriamente nuestras vidas. Sobre todo las mujeres, hembras, féminas, etc. cuyos ciclos hormonales son horrendos. Aún no he entendido al 100% esa cosa de la progesterona y los estrógenos, lo que si entiendo es que pueden hacerte pasar un muy mal día, o hasta una pésima semana, o un mes, o un año, depende de cuánto se las deje dominar nuestro ser. (Creo que me he desviado un poco. Lo siento.)
Así pues, este ser peludo tan maravilloso, tan amoroso, tan hermoso se ha vuelto un monstruo. Dr. Jekyll y Mr. Hyde seguramente era una mujer. No es posible que eso llamado hormonas, pueda hacer que mi muy querida niña negra se haya vuelto insoportable. Lo peor de todo: ya fue operada, no debería estar pasando. Ahora, lo único que queda es esperar. Esperar con maullidos en la noche y en el día. Esperar cuidando la puerta para que no escape. Esperar sin poder cargarla porque está muy sensible. Esperar sin poder abrir las ventanas de par en par. Esperar, esperar, esperar. Al menos eso dijo el veterinario que me cobró una alta suma de dinero para decirme: "Espera un mes o dos, a ver si se le pasa". (¿Se me pasará a mi también?)

10 de agosto de 2008

¿QUÉ HACER? O ¿QUEHACER?

¿Qué es lo que hacemos cuando estamos mucho tiempo solos? A mi me da por sentarme frente a la televisión y revisar una y otra vez lo aburrida que es la programación de sábados por la tarde. Bailar y cantar a grito pelado es otra opción, al fin no tengo ningún pudor conmigo misma. Lo que también he hecho es ver películas, e irremediablemente me quedo dormida, aún cuando la película promete ser buena y he estado esperando ese momento para verla en soledad. Mmmmm, se me ha ocurrido salir sola, a la calle, a ver qué pasa. Pero no me gusta, no me gusta nada, termino comprando lo primero que se me pone enfrente y luego me arrepiento de haber gastado mi dinero en algún cacharro inútil. O sucede que regreso desesperada después de una hora de tratar de caminar entre tanta gente que va tan relajada (yo no suelo caminar tranquilamente). He probado de todo: ponerme mascarillas, chatear, echarme unos alcoholes de buró hasta que no me puedo levantar, leer, hablar por teléfono - lo malo es que por lo general, en sábado, nadie contesta-, jugar con mi gato hasta que me rasguña o me muerde, intentar ordenar lo que sé que irremediablemente se desordenará en un par de días, pintarme las uñas, pintar un cuarto, meterme a google (sin intención de buscar algo específico), tomar fotos de mi gato, checar el hi5, el facebook y tal vez agregarles alguna aplicación que me haga perder el tiempo un rato, asomarme por la ventana, mirar el desorden a mi alrededor. Pero últimamente, mi imaginación no da para más actividades que hacen que el tiempo pase rápido, entonces tomo mi escoba y mi trapeador... y me pongo a hacer el quehacer. ¿Es una actividad patética habiendo tantas cosas por hacer? Tengo muchos - bueno, algunos- proyectos en la cabeza, que requieren de un poco más de esfuerzo intelectual que el bendito quehacer. Aún no sé por qué esos proyectos no fluyen y sólo están atorados como proyectos a largo plazo. ¿Será que sé que los voy a dejar a medias, como todo? ¿Cómo saberlo? Mientras tanto, seguiré haciendo mi quehacer, que es algo que, por lo general, si termino.

7 de agosto de 2008

Cotidiano... o no tanto...

Íbamos caminando, y la vimos, estaba acostada sobre unos cartones, con una cobija que tal vez alguien le regaló, balbuceando. Ya la había visto yo vagando por ahí. Pero ahora fue diferente, la niña pequeña, también la vió. Y pasamos, y se hizo el silencio. Nadie comentó nada, y pasamos de regreso, y otra vez, observamos calladas, tratando de evitar la mirada. Cuando llegó la noche, fue cuando todo salió: un llanto y un ¿por qué? Veía yo la cara de tristeza y escuchaba todas esas preguntas que no puedes contestar. Las cosas no van a cambiar, y no hay una respuesta que pueda dar esperanza a esos ojos llorosos inconsolables.