Empezaré por mencionar los puntos malos:
(Atención: quien no la haya visto y quiera verla, absténgase de leer los puntos que se enlistan abajo, o sufra las consecuencias)
- Nueva York, como siempre, Nueva York: los neoyorquinos ya deben estar hartos de ver su ciudad vuelta caos una y otra vez. No creo que eso les caiga muy en gracia, a mi me parecería ya enfermizo.
- Un virus mortal, que primero pretende ser cura y luego se convierte en epidemia.
- Muertos vivientes, zombies o lo que sea que se llamen, es un clásico ya de las películas apocalípticas que incluyen un virus, como en 28 Days Later y Resident Evil. Los zombies aquí sí están bien feos, no se ven reales, la animación esta muy fuera del realismo, hubiera sido mejor reclutar a varios actores para que la hicieran de zombies en lugar de esa falsa animación, ni Roger Rabbit se ve tan ficticio.
- La casa del Sgto. Neville súper acomodada y ordenada, todo en su lugar, limpio, y con alimento como para estarse un siglo ahí. No falta ni luz, ni gas, ni agua potable.
- Toooodos están infectados con el KV, el virus en cuestión, pues. Todos: humanos, perros, ratas, etc. Eso sí, los ciervitos siguen corriendo por las calles y los leones también, ninguno ha sido infectado. Me hubiera gustado ver una manada de animales infectados, como en Jumanji, pero todos como una jauría de terror, elefantes y zebras descarnados y con ojos desorbitados corriendo por las calles para encontrar alimento.
- Que de buenas a primeras, una mona ahí toda debilucha y su hijito, sobrevivientes del caos, recorriendo estados, hayan salvado al súper Sgto. Neville. ¡Chale con el heroísmo! Las minas afuera de casa del sargento no les provocaron ni un rasguñito, la granada del final, tampoco. Bueno, ciencia ficción al fin, sobre todo mucha ficción. ¡Harto heroísmo, hartísimo!
- ¡Harta esperanza, hartísima! Finalmente crea la cura y todos felices, la humanidad se salva, y sí, había un campamento de sobrevivientes. ¡Chaaaaale! ¡Jajaja!
- Aunque nadie lo crea, me gustan las películas apocalípticas, donde el mundo se acaba, la humanidad termina horriblemente y no hay esperanza. Supongo que algún día pasará, aparte es síntoma de nuestros tiempos: donde siempre hablamos del calentamiento global, de las guerras, la violencia, la guerra bacteriológica, etc., etc. Temas de los que hemos oído hasta el cansancio, y por más que se hable de ellos, pos nomás no pasa nada, ahí seguimos tratando de sobrevivir nomás.
- Como renté el disco, pues me puse a ver los extras, los cuales me gustaron, porque son unos cortos animados de lo que sucedió en otras partes del mundo. Bueno, no me gustaron todos, el de Hong Kong si y también el de la India, uno por sutil y delicado, el otro por gore, así son mis gustos, eclécticos. ¡Ja! Bueno, todas las animaciones creo que son hechas por las mismas personas, pero tendré que checar bien antes de regresar la película al videoclub. Ésto también me dió una idea, de crear algún storyboard basado en alguna película, pero igual y lo echo al tintero a que se revuelva con otras ideas, total, he echado tanto ahí que ya no sé ni lo que hay.
- El perro: soy amante de los canes y me gusta el perro, Sam, que en realidad es hembra. Bueno, las historias de perros siempre me conmueven, porque son fieles hasta el fin, y de verdad que lo son, ahí sí no hay ficción ni nada, los perros son así: fieles, leales, dulces, tiernos y hermosos. Así que, sí, inevitablemente me dolió ver morir al perrito. Todavía siento feo.
- La música de Bob Marley suena bien, aunque de repente creo que ni al caso, pero bueno... ayuda a darle sentido a la triste vida del Sgto. Neville. Si yo fuera él, la verdad ya me hubiera aventado de un puente o algo así, no creo que algún humano, en su sano juicio, pueda soportar esa soledad, el peligro de morir diariamente y todavía darse el lujo de tener la casa reluciente.
- ¡Y ya! Me cansé y de todos modos no llego a nada ni digo nada que no sepan ya. He perdido mi tiempo horriblemente. ¡Buaaaaa!
Terminaré diciendo que hoy no ha sido un buen día, que este post es pura terapia, que hace frío mucho frío, tanto afuera como adentro.