¿Para qué diablos tienen un blog?
Ahora que estaba llevando a cabo mi sagradisisísimo quehacer, me hice esa pregunta ¿para qué? En mi caso, aún no llego a una respuesta adecuada, como dice el título: pa no andar golpeando gente. Si, tal vez, esa sea mi situación privada, personal, individual, mía. A ver ¿por qué la gente no mejor se agarra una libretita y escribe todas estas cosas? Yo no lo sé. Sólo creo que alguien que escribe en un sitio accesible a tanto público, quiere ser leído. ¿Yo quiero ser leída? Mmmm, aún no lo sé. Supongo que sí, si no no estaría escribiendo tanta tarugada en este espacio y supongo que tampoco estaría pensando qué carajos escribir para quién sabe quién.Yo lo uso para no andar golpeando gente, y es que en esta semana, he tenido toda la intención de golpear a dos que tres individuos que me han hecho sentirme molesta. Veamos el primer caso, el cual no tiene autor, pero cómo tenía yo ganas de golpear a alguien.
Caso 1. El lugar donde laboro cumple 15 de existencia, y por supuesto, es motivo de alegría y festejo. Para ello, me han pedido que porte una coronita, como las de Miss Universo, nomás que de plástico y en lugar de "Miss" dice "Princess" con unas letras bien grandes en el frente. ¿Yoooo? ¿Princesa? Pues si, comparto un poco la idea de que todas somos princesas, como en la película de Cuarón "La Princesita", pero habemos de princesas a princesas. Yo prefiero mi look de Metepunk Ranch Urban Princess, que el de princesa de cuento, con coronita plateada. Y bueno, mientras portaba yo este bello ornamento en mi cabezota, las palabras de Bart Simpson daban vueltas en mi cabeza:"Debes querernos mucho para caer tan bajo." Y sí, caí muy bajo, en el mundo de princesa de Disney con su coronita y su eterna sonrisa tipo Barbie. No tengo nada contra ellas, pero definitivamente, con mi Ranch look, no puedo soportar verme como quinceañera de pueblo, nomás no. Y he ahí, la primera de las razones por las que quise golpear a alguien esta semana.
Caso 2. Los sábados también laboro, pero en un lugar distinto. Ahora, en este finísimo lugar, tuve a bien encontrarme con uno de los seres más patanes que haya conocido. No es que esté chapada a la antigua, pero creo que cuando alguien necesita ayuda, sea dama o no, esta se le puede ser otorgada y no hay nada que perder en este acto. Es así, como este individuo, no pudo ayudarme a abrir las ventanas, no. Tampoco pudo levantar mi lápiz que cayó cerca de sus pies, no. Y finalmente, aparte de sentirse sabelotodo, lo cual de verdad me irrita, tuvo la descortesía de llamarme así: "¿Oye? psssss, psssss" ¡¡¡como si yo no tuviera un nombre!!! Tuve unas ganas enormes de soltarle un puñetazo en plena cara, pero las palabras de mi madre siempre vienen a mi mente en estas situaciones "La diplomacia ante todo". Y como mencioné anteriormente, yo soy una princesita, y como tal me porté. Me paré frente a él, mientras todos lo miraban, y con voz fuerte, clara y un poquito molesta le dije: "Tengo un nombre ¿sabes?" Y claro, se hizo el silencio incómodo y el patancito ese sólo frunció el ceño. Bueno, que puede uno esperar de gentuza de ese calibre. ¿Cierto?
Caso 3. Hoy, al terminar mi jornada laboral, me dispongo a ir por unos zapatos que necesitaban compostura. Al llegar ahí: no estaban listos. Entonces, me dirijí a un local de bordados, y tampoco había lo que necesitaba. Así que mejor decidí ir a casa después de haber perdido mi tiempo horriblemente, y con muchas ganas de golpear a alguien en el camino.
Caso 4. Cayó una lluvia torrencial. Mi casa, pues no es muy nueva, ni grande, ni bonita. Y además tiene goteras en la sala. Es horrendo. Pero me he acostumbrado, ya que la falta de plata y mi miedo a las alturas, no me han permitido impermeabilizarla. Pero eso no es lo peor, hoy haciendo las labores del hogar, descubrí una nueva gotera justo en mi clóset. Se imaginarán cómo quedó todo empapado y yo sin saber por dónde empezar. Otra vez: que nadie se me ponga enfrente porque lo golpeo.
Y así se me ha ido el fin de semana y este encantador lunes. Y debo irme ya, porque mi escoba y trapeador me están esperando tan fielmente como siempre.
Todo aquel que lea este post, deberá contestar la pregunta formulada al principio de éste.