18 de febrero de 2012

Comuniones, quinceaños, bodas. Pregunte sin compromiso.


Buscando un vestido de primera comunión dí con un lugar donde abundan los vestidos que lucen como merengues, con shifón, raso de novia, tul, encajes, piedras brillantes, lazos, flores, aplicaciones de lentejuela, chaquira y canutillo, flores deshidratadas, perlas y muchísimos adornos más, de los cuales no sé el nombre.

Decidí que era la ocasión perfecta para tomar fotografías de tan impresionantes vestidos. Cuál no sería mi sorpresa y mi decepción que al momento de sacar mi cámara una empleada salió rápidamente de la tienda de novias y me pidió que me abstuviera de hacerlo, ya que estaba prohibido. ¿Prohibido? ¿Tengo cara de diseñadora de vestidos de novia? ¿Tengo cara de estafadora de ideas? Bueno... no me importa ya porque pude, secretamente, sacar algunas fotos de algunos vestidos memorables.

Me paseé por todo el lugar, que parece un laberinto, perdiéndome entre los pasillos y pasando por la misma tienda una otra vez, como en la Bruja de Blair, pero dentro de la plaza, nada más iba en círculos sobre mi propio eje. Al fin logré hallarle algo de lógica al lugar y comencé a preguntar por precios, telas, velas, Biblias, etc. En una de esas visitas, le pido a la empleada el precio y saco un papel para ir haciendo mis apuntes, cuando me dice que estaba prohibido apuntar. ¿Quéeeee? Me reí y no supe qué contestar. Me salí sin saber si mandarla a freir espárragos o sólo comprender que está siguiendo unas órdenes absurdas de un jefe completamente ridisurdo. Aún me pregunto qué lograrán pidiéndole a la clientela que por favor no apunte los precios. No entendí.

En ese lugar también venden todo el kit bautizo, kit primera comunión y kit boda. Yo pregunté por el segundo, y me llamó la atención que hay dos versiones de la Biblia, una versión latinoamericana y la versión nacional. Le pregunté a la empleada la diferencia entre ambas y resulta que, según esta muchacha, la versión latinoamericana le incluye lo que es la imagen de la Virgen de Guadalupe que la versión nacional no tiene. Yo supongo que es al revés... pero ella me lo explicó de esa manera y quedé un poco confundida.

No cabe duda que soy una total neófita en esas ondas de las ceremonias religiosas. Estoy reprobada.

9 de febrero de 2012

Comité de Certificación de Genialidad Universal

El domingo pasado, día de festejos varios, recibí un paquete misterioso de parte del Comité de Certificación de Genialidad Universal. El paquete, envuelto en papel amarillo brillante, tiene varios sellos de garantía y un candado que debía resolver para poder ver su contenido. Honestamente, aconsejada por las personas a mi alrededor, hice un poquito de trampa con el candado (un sudoku) y abrí mi paquete.

Recibí un Film Journal de Moleskine hermoso. Alguien que me conoce decidió darme este muy lindo regalo por las razones descritas aquí.



Ese mismo día habíamos asistido al cine a ver Hugo de Martin Scorsese. La película es conmovedora y mágica y decidí que con ella iniciaría mi diario cinematográfico. He aquí la primera entrada de mi diario.


Y aunque la autora del obsequio no crea en mi disciplina para llenarlo (como aquí lo dice), intentaré demostrarle y demostrarme lo contrario. Voy a aprovechar también este pequeño diario para superar un poco mis frustraciones artísticas y añadiré un dibujo a cada entrada.

Soy muy feliz con mi diario. Quiero que sea un poco scrapbook, un poco bitácora, un poco de todo. La entrada que sigue será The Girl with the Dragon Tatoo, que no he podido confesar que fui a verla ya que mi acompañante era muy secreto.

Nota especial para la autora de este obsequio: Gracias. Me encantó. Te quiero, joven cocodrilo.

4 de febrero de 2012

Yo, zombi

Los viernes la jornada laboral comienza 8 a.m. y termina 8 p.m. No hay lugar para eventos, ni salidas sociales. Llego como zombi, agotada y adolorida, a tomar una gran taza de leche con café y a cambiar los canales del televisor sin sentido ni lógica, mis funciones cerebrales en stand-by. Se termina el café y se termina la tele.

Sin maś preámbulo el zombi, como es su costumbre, se acuesta y cierra los ojos.