31 de diciembre de 2011

Recuento de lo que no pasó aquí

Rápidamente llegó el final del año y yo sigo casi en las mismas. Mismo trabajo, misma casa, mismo desorden, total que todo es casi igual. Al menos no es peor, porque si no, no estaría aquí describiendo nada. Honestamente, creo que ni recuento voy a hacer, porque no hice nada extraordinario durante este casi extinto 2011.

Mejor voy a hacer memoria y regreso....

A ver, el año fue más o menos así:

1. He trabajado como burro y me di cuenta que mi Infonavit es una pésima broma que le juegan a uno. Llevo más de 10 años trabajando, pero como las empresas donde trabajo me renuevan el contrato cada año o cada cuantos meses, pues mi cuentita del Infonavit nomás no engorda. Así que mejor ya me hice a la idea que, eso de poseer una casa, no es para mi, al menos no en esta vida. (Digo, ya lloré como Magdalena e hice gran pancho, pero ni así engordó la cuenta).

2. Hice un extreme makeover, de esos que disfruto mucho, en la habitación de la bella Blue. No quedó tan mal, pero me hubiera gustado poder hacer más. La habitación pasó de ser una recámara ñoña, lila, llena de estrellas y corazones morados, muy "princess style", a ser una recámara medianamente rocker, altar de The Beatles, paredes blancas y estrellas negras por doquier. Me gustó el resultado, aunque no lo amé.


3. Hermione, mi gatita negra y hermosa, pasó un mal momento con la comida que le daba. Los Güiscas la estaban matando y ya merito se le hacían cálculos en la vejiga. Hemos cambiado la dieta y recuperó el peso perdido y el ánimo. Hoy en día, después de tanto feo que le hacía a los gatos en el pasado, no concibo mi vida sin la presencia de ese bicho sarnoso y pulguiento. La amo con todo mi corazón. Llegó cuando más la necesitaba y es por eso que sigue aquí. Ha sido un salvavidas emocional para mis ratos de soledad.


4. Me ví forzada a renunciar a mis clases de natación. Y a partir de ahí, me sentí más ansiosa que nunca, regresé a fumar como chacuaco y aún no hallo dónde meter toda esta pinche ansiedad. Ya intenté correr y, aunque no me disgusta, no me satisface como el agua. También un día intenté un video de kickboxing, pero lo único que pasó es que no podía hacer los pasos frente al ordenador debido a que hay un caos en esta habitación. Aún estoy buscando, pero sí, quiero hacer algo, aunque sea correr con cierta regularidad, aunque no me haga tan feliz. (Porque hasta me compré un par de tennis nuevos, pero ni así se avivó el gusto.)

5. Me propuse hacer un examen bien dificilísimo para certificarme. Estudié, me hice mensa también, y finalmente en diciembre llegué al examen sintiéndome completamente ignorante y sin preparación. Espero mis resultados para finales de enero. Si son positivos, me volveré mamonsísima e insoportable (un poco más de lo que soy ahora.) Y si repruebo, como creo que pasará, pues deberé dedicar otras horas al estudio y ahora sí trataré de no divagar tanto.

6. La bella Blue cumplió 11 años y eso me hace sentir más vieja. Le organizamos una fiesta con todos sus amigos. Y corrieron, jugaron, comieron miles de paletas de mango con chile. La fiesta se fue casi en saldo blanco, salvo el chamaco que se abrió la oreja y fue un poco aterrador, pero todos sobrevivimos. Ahora ya puedo poner un letrero que diga: "Once años de experiencia me respaldan".

7. Descubrí que tengo un vínculo telepático o psíquico, o yo qué sé, con una persona bien indeseable a la que no quiero ver ni en pintura. Pero resulta, que cuando voy a coincidir con este personaje yo, de antemano, ya lo sé desde que me levanto. Muy desagradable.

8. Caí en el automatismo y, últimamente, mi trabajo no me satisface como antes. No sé si sea el ambiente, la gente, el hecho de ver que no hay progreso hacia ningún lado. Me empecé a cansar y eso me hace sentir muy a disgusto conmigo. En un futuro no tan lejano, supongo que tendré que cambiar de aires, porque éstos ya están muy viciados.

9. Intenté leer, pero leí muy poco. Empecé "Pride and Prejudice and Zombies" y ahí está aventado a medias, leí algunos cuentos de los hermanos Grimm, algunos de H.P. Lovecraft, creo que este año también leí Persépolis de Marjane Satrapi, volví a leer Harry Potter and the Deathly Hallows, y leí Oscura de Guillermo del Toro y Chuck Hogan y muchos artículos de la revista Algarabía. Tristemente, debo admitir que leí realmente poco.

10. Me volví más ñoña, más nerd, y más fan del terror, fantasía y ciencia ficción.

11. Cumplí 33 años y como regalo pedí que fuéramos a un albergue de perros. Fue de los cumpleaños más bonitos y a la vez, más tristes. Eso de los perros me pone muy mal. Así que ya soy madrina de una perrita hermosa y chiquita llamada Pimienta. Y aunque no soy una madrina constante, estoy al pendiente. En este mismo apartado quiero mencionar que una vez intenté rescatar a un perro pero mis intentos fueron en vano. La fundación que contacté, que no es la misma que visité en mi cumpleaños, exigía una muy fuerte cantidad de dinero para aceptar al perro y, desafortunadamente, yo no podía cubrir los gastos. Lo único que hice fue alimentarlo, hidratarlo, quitarle un lazo del cuello y lo vi partir.


12. La bella Blue y sus ocurrencias nos han llevado al punto en que en un futuro, no muy lejano quizá, nos convirtamos al vegetarianismo y ¿por qué no? al veganismo. No es algo que será fácil, ni pretendo decir que sí lo haremos. Es sólo una idea que últimamente ha cruzado por nuestra mente y sí hemos cambiado bastante nuestros hábitos alimenticios. Pero no ha sido fácil.


13. La bella Blue y yo participamos en el Zombie Walk de nuestro pueblo. Fue muy divertido ver a todos vestidos y maquillados. Éramos como 900 personas paseando por la ciudad. El año que entra vuelvo.

14. Participamos en la filmación de unos spots de televisión para la prevención del abuso sexual infantil. Fue una experiencia diferente y agradable.

15. Y así nerd, mamona e insoportable mi familia ha estado conmigo en todos y cada uno de estos momentos. Este año aprendí lo indispensables que son y lo mucho que, de verdad, amo a cada persona que vive en mi familia. Es curioso, pero hasta que está uno así de ruco, es cuando se aprecia mejor al resto de la familia. ¡Qué mal!

Hubo muchas cosas que no hice, que dejé a medias o que ni siquiera intenté. Afortunadamente, no había hecho ningún propósito de Año Nuevo y este año será la misma dinámica: no habrá propósitos de Año Nuevo, no como tal, pues. Mis propósitos se renuevan a cada rato, así que da igual.

30 de diciembre de 2011

Tantito limón no hace daño

A últimas fechas, por pura casualidad, he escuchado varias canciones de desamor, de ardidez, dirían unos, de ardillas, dirían otros. Para no hacer el cuento largo, he aquí las canciones que últimamente aparecen en mi playlist. Y no, no es que yo esté sufriendo de amores: Mi corazón ya fue remachado, parchado, reacomodado, y vive felizmente nadando en un frasco con formol. Sin embargo, confieso que no soy completamente inmune a estas amargas canciones, y es por eso que aquí se las comparto:

1. Amy Winehouse "Tears Dry on their Own"

Tears Dry On Their Own by Amy Winehouse on Grooveshark

"He walks away,
The sun goes down,
He takes the day but I'm grown,
And it's ok,
In this blue shade,
My tears dry on their own."

2. Adele "Someone like you"

"Never mind I'll find someone like you,
I wish nothing but the best for you, too
Don't forget me, I begged, I remember you said
Sometimes it lasts in love
but sometimes it hurts instead."

Están buenas para una tarde de depre, para retorcerse a gusto en soledad y disfrutarlo (si son masoquistas como yo, claro). Y si quieren algo más divertido, pero igual de ardido, pues pueden buscar "Rata de Dos Patas" de Paquita la del Barrio, canción que me encanta por el lenguaje que emplea para dirigirse al objeto de su desprecio.

Quiero hacer hincapié en que no ando despechada, no.

*La canción de Adele se hizo la difícil, no sé por qué. Pero ahí'stá el link.

28 de diciembre de 2011

Agua


Quiero ser un delfín o una ballena o un tiburón. Extraño los días en los que iba a nadar. Salía feliz y relajada. Cuando tenga oportunidad, volveré a ser un tiburón, y nadaré furiosamente por horas a gran velocidad.

27 de diciembre de 2011

Aventuras en el supermercado

Como cada semana, Azul y yo vamos al súper a surtirnos de víveres y demás cosas para la supervivencia semanal. Últimamente, por alguna extraña razón, hemos estado muy interesadas en la saga de Star Wars pero, sobre todo, nuestro interés está en adquirir unos sables de luz para poder crear coreografías fantásticas y sacar nuestras frustraciones y ansiedad.

El día de hoy, no fuimos al departamento de juguetes, más bien estábamos en la zona de limpieza y encontramos unos plumeros muy extraños, que tienen una protección de plástico y simulan, perfectamente, un sable de luz. En cuanto los vimos, se nos vino la misma idea a la cabeza, y cada quien tomó uno y comenzamos nuestra batalla en pleno pasillo del supermercado. De repente, sentimos que nos miraban. Claro, ahí estaban los cajeros que, al no tener nada qué hacer, miraban cómo comenzábamos nuestra lucha. Al darnos cuenta, de inmediato guardamos los sables-plumero y corrimos a otro pasillo a esconder nuestra cara de vergüenza, mientras reíamos sin parar.

Nuestro sueño es, algún día, armar una coreografía impecable como ésta.