12 de septiembre de 2010

Tarde de Origami



Gracias al post que leí en el Diario de la Pelusa, nos dedicamos la tarde entera a crear estos lindos marcadores para libros. Porque en nuestro caso, utilizamos todo tipo de implementos poco atractivos para marcar la página que estamos leyendo. Hemos utilizado lápices, etiquetas, tarjetas, volantes y hasta papel higiénico. Pero ya no más. Hicimos varios para nosotras y para regalar. Nos faltan algunos más, pero este fue sólo el comienzo.

(La imagen quedó borrosa en algunas secciones porque tuve que escanear los marcadores a falta de cámara.)

El toque final se lo dió mi querida Dianita.

De cine y otras tarugadas

Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana...

tenía toda la intención de dedicarme al cine. La vida me fue llevando por diversos caminos, algunos medio escabrosos y finalmente, abandoné la idea por completo. Sin embargo, el cine no ha dejado de ser pieza fundamental en mi vida. Estoy un poco molesta ahora, ya que como aún me resisto a la piratería, los precios de las rentas me quieren ir orillando a no tener opción, pero aún no sucumbo. Lo triste es que ahora veo menos cine que nunca. Me reservo a ver sólo películas que de verdad creo que van a estar buenas, y luego me pierdo de los churros joligudenses que, aunque malhechotes, ridículos y absurdos, también disfruto ver de vez en cuando.

Pero este fin de semana desquité un poco mi frustración y logré ver dos películas del Tour de cine francés y me reventé por tercera vez un clásico de ciencia ficción, ahora en mi videoteca personal.

Relataré a continuación lo que ví este fin de semana productivo en lo que al séptimo arte se refiere. Desafortunadamente, dada mi falta de vocabulario así todo dominguero y mi deficiente análisis semiótico, me remitiré únicamente a sentimientos y demás tonterías absurdas que pensé durante la proyección de las películas. Ora si, listos:

1. Luna (cortometraje): Todo indicaba que iba a ser una cosa así muy profunda y conmovedora pero... no fue así. No me conmovió. Al contrario, cuando comenzaba a entender pasó algo extraño y perdí el hilo de la historia, un cabo suelto pues, y la verdad los personajes me recordaron demasiado a Los Extraños que salen en Dark City y la atmósfera también. Me da pena decirlo, ya que no tengo la menor autoridad para andar de juzgona en estas artes, pero no me gustó nadita y ya, punto.

2. El encanto del erizo (Le Hérisson): La historia parece sencilla, pero creo que en el fondo no lo es tanto. La idea de esconderse me pareció muy bonita y terminé pensando que tal vez deba esconderme yo también. Me encantaron los dibujos que hace la escuincla suicida... tanto que me dieron ganas de sacar papel y lápiz y ponerme a dibujar ahí mismo. Ay, bueno, ya basta de andar oreando mis traumas. (Que bueno, finalmente el cine sirve también para eso ¿no?)

3. Si maneja de noche procure ir acompañado (cortometraje): Me gustó porque es una road movie y esas como que me atraen, no sé por qué. Y bueno, los personajes son como treintones, con la crisis de la edad y ya... no digo más y véanla, luego me cuentan.

4. Sin rastro alguno (Sans laisser de traces): La historia no está mal, los thrillers no me desagradan, pero no me movió fibra alguna excepto el momento en que... pensándolo bien, nomás digo que de momento me logró emocionar la incertidumbre del personaje principal, c'est tout.

5. Blade Runner: Un clásico de ciencia ficción que me hizo darme cuenta que conforme van pasando los años, las películas van adquiriendo otro sabor, la perspectiva cambia y a veces de manera favorable, como en esta ocasión. En mis épocas pretenciosas me daba ínfulas por haber visto Blade Runner, pero bien a bien, creo que no la había entendido como ahora. En general, la atmósfera me causa una sensación de decandencia enorme, como un hueco en el estómago. No me voy a poner filosófica, porque no va conmigo, así que mejor véanla si no la han visto. Y bueno, el soundtrack de Vangelis, sobre todo la pieza final, es básico. "More human than human - that's our motto."

Ese fue mi fin de semana cinematográfico. Espero que se repita más seguido, porque es verdad que el cine me hace muy feliz.