22 de septiembre de 2009

Ideas inconexas

¡Shhhh¡ No le digan a nadie: me escabullí de los papeles que me esperan ansiosos en la mesa, también escapé de los trastes sin lavar. ¡Shhh!

(Léase en voz baja, muy baja, ya que esto lo estoy escribiendo a escondidas de mis deberes)

-Mamá ¿por qué siempre es así?
- Porque no puede ser de otra manera.
-¿Alguna vez papá y tú estarán juntos de nuevo?
- Me temo que no.

Star light, star bright,
The first star I see tonight;
I wish I may, I wish I might,
Have the wish I wish tonight.






Y así, como Coraline, los sueños podrían hacerse realidad, o no.

6 de septiembre de 2009

No tiene nada de malo

No tiene nada de malo sentirse mal y andarse azotando por los pasillos y contra todo. Tampoco tiene nada de malo darse el lujo de echar unas lagrimitas y retorcerse como tlaconete con sal con pretextos poco convincentes y nada decorosos. No tiene nada de malo quejarse de vez en cuando. Tampoco creo que tenga nada de malo el encierro total y absoluto, evadiendo todo contacto con el mundo exterior. No tiene nada de malo no querer ir al cine sola, por temor a espantarse y salir con los pelos parados y sin alguien junto que pueda ayudar a aplacarlos. No tiene nada de malo pasarse horas frente a la computadora jugando tonterías que lo ayuden a uno a evadirse del mundo. No tiene nada de malo poner música que provoca nostalgia. No creo que tenga nada de malo dejar que los objetos tomen un lugar al azar dentro de la casa y no querer moverlos aunque nos tropecemos con ellos. No tiene nada de malo no querer peinarse. Supongo también que no tiene nada de malo trabajar en domingo con tal de olvidar que en realidad uno debería estar descansando. No tiene nada de malo aventarse a ver un churro en la televisión. Creo que tampoco tiene nada de malo pasar una hora entera cambiando los canales sin estacionarse en ninguno. Y espero que no tenga nada de malo pensar que en realidad, la fiebre que me ha dado es por exceso de trabajo. Y por lo tanto, no tiene nada de malo la idea de mandar todo al diablo.

Esta es la crónica de un fin de semana que aunque no fue malo, tampoco tuvo nada de bueno.

3 de septiembre de 2009

¡¡¡Sigo viva!!!

Aunque no lo crean, después del aniversario, sigo viva. No, no he abandonado el blog. No, no me he casado y he tenido mil hijos que mantener. No, tampoco me cambié de casa a un barrio incomunicado del mundo. Tampoco decidí hacer meditación. Tampoco me he despegado del interné. ¿Saben qué es lo que realmente pasa?

Que me ahogo de carga de trabajo y nomás no me he podido detener un segundo por aquí. Espero pronto todo regrese a la normalidad y yo sea una persona más en mis cabales, dispuesta a escribir algo, no una sarta de incoherencias de miles de cosas que me han sucedido que, por cierto, me tienen furiosa. Si voy a despotricar, pues que sea con estilo, con clase, no quiero andar soltando una serie de tarugadas sin ningún sentido.

Me voy, pero volveré....

Si ven que escribí todo con las patas, pues así fue.